[Historia] Hakken, inercia familiar

- Debes hablar con él.
- No, no debo. No es necesario para ninguna misión ni va a reportarnos ningún beneficio en futuras operaciones.
- No era una pregunta, es una orden directa, soldado. - La voz sintética del cyborg dejaba pocas opciones a replica.
Hakken miro a la mascara inexpresiva de HK fijamente buscando algun resquicio de humanidad, algun movimiento o cambio en su postura que le diera alguna pista sobre los verdaderos pensamientos del cyborg. Nada.
- Creo que me confundes con uno de tus soldados. Fuí asignado a esta división porque mi entrenamiento me capacita para las misiones que soleis llevar a cabo, pero no soy uno de tus asesinos entrenados.
HK no mostró ningún signo externo que indicará algún cambio de actitud por su parte.
- No obstante... - continuó Hakken - tarde o temprano iba a tener que sacar el tema, y si así de paso dejas de atosigarme, mejor.
El joven esbozó una sonrisa.
- Para ser un robot a veces demuestras un sentido del humor un tanto preocupante. No se si lo haces por simpatía hacia Artemis o porque disfrutas con el sufrimiento ajeno.
Sin esperar una respuesta Hakken dió la espalda al lider de R.E.C.I.O.S. y se dirigió hacia la puerta de la estancia. Antes de salir hizo un ultimo comentario.
- Considera este mi ultimo servicio a tus ordenes. A partir de ahora colaboraré con Recios a mi modo.
Tan pronto como el mutante salió de la habitación HK dirigió su atención hacia la consola de operaciones donde se mostraban diferentes informes de campo.


En la sala de tiro Artemis practicaba un escenario con luz variable.
El efecto de las luces cambiantes creaba sombras en los objetivos en movimiento que dificultaba su visibilidad, sin embargo, los ojos de Artemis compensaban completamente los cambios de luz, y su percepcion ampliaba le permitia seguir con facilidad el curso de los objetivos, con lo que realmente Artemis se estaba relajando.

Hakken esperó a que el antiguo arquero terminará su sesión para entrar en la sala.
Artemis no se molestó en mirarle, su oido le decía perfectamente donde se encontraba y sus sentidos le tenían enfocado desde que se asomara inicialmente en la puerta de la sala de practicas.

- La sala está reservada durante una hora mas, novato. - Comentó mientras revisaba las armas y cambiaba los cargadores. - Además, tu nunca practicas con armas de fuego.
- No, la verdad es que no. Pero tampoco las necesito. - Hakken recogió uno de los casquillos y usando sus poderes kineticos hizo que esta saliera disparada hacia uno de los objetivos.
- Aha. Buen tiro. - Dijo sin mirar donde había impactado. La posición del mutante y los sonidos producidos le daban una imagen clara del resultado. Un diana perfecta. - Espero que no pretendas impresionarme.
- En realidad he venido a contarte una historia, no a practicar puntería.
Artemis enarcó una ceja y se volvió hacia su interlocutor.
- ¿Una historía?, ¿tengo cara de que necesite que un crio me cuenta un cuento?.
- Ni tu quieres escucharla. - Dijo mientras jugueteaba con una bala. - Ni yo tengo ganas de contartela. - Continuó mientras observaba los efectos de la luz en la superficie pulida del cartucho. - Pero sigo ordenes, y me han dicho que tengo que contartela.
- ¿Ordenes?
- Si. Parece ser que HK considera importante que tengamos este momento de confesión.
Artemis miró extrañado al joven, pero su entrenamiento militar tenía prioridad sobre sus ganas de mandar a freir esparragos al chaval.
Se sentó y comenzó a desmontar su arma.
- Tienes lo que tardé en revisar mi equipo. Intenta que sea interesante.
- Oh, si, seguro... - Y el cartucho salió disparado de entre sus dedos impactando en el mismo punto que el casquillo anterior.


Mi padre era lo que habitualmente se suele llamar un speedster, un velocista. Un tipo dotado de unos reflejos espectaculares.
Te caeria bien, era un pedazo de cabrón que nos dejó abandonados a mi madre y a mi. Bueno, en realidad solo a mi madre. Yo todavía no había nacido.
Mi madre era una espía alemana que conoció a este tipejo durante la guerra fría. Por aquel entonces cada pais, acojonados como estaban todos, buscaba su propia forma de crear superheroes. Ella recibió como regalo de su gobierno una carga de ADN alienigena que le dotó de ciertas capacidades telekineticas. No mucho, pero lo justo para que una buena espía pasara a ser un agente excelente.
Mis padres coincidieron en unas cuantas misiones en bandos diferentes, lo tipico de los supertipos, siempre comienzan pegandose para luego irse de birras juntos. En su caso fueron un poco mas allá. De enemigos pasaron a aliados, de ahí a amantes, y justo cuando empezaba a irles bien las tensiones politicas les separaron.
Mi padre no se molestó en buscarnos. Estaba muy ocupado mirandose en el espejo y vanagloriandose de lo bueno que era.
Yo nací sin padre y me crie sin madre. El ADN alienigena le había dado unos poderes mas bien modestos, pero la operación para injertarselo le había dejado una inestabilidad genética degenerativa que acabó con ella. ¿Te imaginas?, sentir como tu cuerpo se deshace por dentro y ser plenamente consciente de ello. Yo era un bebe, pero incluso hoy tengo pesadillas con el sufrimiento que debió sentir mi madre.
Mientras tanto mi padre estaba ocupado ganando medallas olimpicas. Las prioridades estaban claras, muy claras.
Siendo sinceros tampoco es que me pueda quejar. Me criaron mis tios, mis primos fueron siempre como hermanos, y no puedo decir que estuviera falto de cariño. Ademas, el estado fué muy generoso con mi familía en pago por el servicio que les había dado mi madre y por su sacrificio por la patria, lo que me permitio disfrutar de unos buenos estudios. Ademas, el departamento de mi madre se encargó de vigilarme desde pequeño por si manifestaba algún tipo de modificación genetica, y fueron los primeros en ayudarme cuando aparecieron mis poderes.
De mi madre había heredado sus poderes kineticos, y con entrenamiento he aprendido a controlar la inercia de los objetos a mi alrededor.
De mi padre he heredado unos ojos extraños y una gran puntería. Violeta brillante sobre fondo negro, ¿te gustan?.
Esto es lo que me permite disparar cualquier objeto como si fuera un proyectil y no depender de armas de fuego.
¿Y porque querría HK que te contara todo esto? Supongo que porque quizás espere que te suene mi apellido, Daberkow. Helen Daberkow era mi madre. Y en cuanto a mi padre... creo que ya te estas dando cuenta de quien es...


Artemis había escuchado con creciente interes la historia del joven mutante y ante la confesión de su hijo no tenía palabras de respuesta. En realidad si tenía palabras, si quería decirle algo, solo que eran tantas cosas lo que quería decir que no acertaba a ponerlas en orden.
- No hace falta que digas nada... padre. Me gusta continuar con el legado de mi madre y estoy agusto aquí. El que hayamos terminado juntos es solo un desafortunado accidente que ya estoy arreglando.
- Yo... - Comenzó a balbucear artemis.
- Ahorrate la compasión o los intentos de reconciliación. Tu y yo no nos conocemos. Y que compartamos los mismos genes es solo un accidente. Un desafortunado accidente. - Hakken se dio media vuelta y comenzó a andar hacia la puerta.
- ¡Espera Andreas! - Artemis intento parar a su hijo sujetandole del hombro pero su mano reboto contra una especie de campo de fuerza invisible.
Hakken se paró y mirando por encima del hombro a su padre le dijo:
- Como te decia, puedo controlar la inercia de los objetos cercanos, eso implica que nadie me toca si yo no quiero. Lo cual es especialmente valido en tu caso. Por cierto, Andreas es el nombre que me puso mi madre y el que usa mi familia y mis amigos. Cuando estoy trabajando el nombre que uso es Hakken, y ese es el que tu debes utilizar. Adios, padre, si no volvemos a vernos en otros 20 años no lo lamentaré. - Y sin esperar respuesta alguna el joven salió de la sala de entrenamiento dirigiendose a la salida del edificio.
Artemis se quedó en silencio en la estancia donde acababa de conocer a su hijo. Solo.

Galeria de imagenes:

- Traje de civil


- Uniforme habitual


- Antiguo uniforme de R.E.C.I.O.S.


- Traje para operaciones en entornos articos


- Uniforme de Recios Inc.

HK entró en la sala de reuniones sin detenerse siquiera a llamar.

El Viejo, PsiLAN y la señora Rocanegra estaban reunidos; hablando acerca de unos datos que un proyector exponía. A HK no le interesaba la reunión y para él, ese momento era tan bueno como cualquier otro.

Sin mediar palabra, dejó sobre la mesa un fajo de hojas envueltas en una carpeta de cartón con una unidad de memoria pegada a ella con cinta adhesiva.

-La unidad activa de nombre "Hakken" ha solicitado el traslado al grupo operativo de Los Recios. El regimiento da su visto bueno y se le ha anulado cualquier misión, así como los permisos operativos de actuación.- sentenció, con su voz metálica.

-Sus tareas han sido reasignadas y se ha dispuesto de sus datos de modo habitual. La única copia existente de sus informes es esa. Espero el análisis por parte de los dirigentes para el visto bueno del traslado.-

HK quedó en silencio unos instantes mientras El Viejo recogía la carpeta, mirándola con extrañeza.

-Como paliativo temporal ha sido reprogramada la unidad sintética "Defensor TAU" para ocuparse de las operaciones en que no haya riesgo de daño a entidades vivas.-

-Fin del informe.-

El droide se marchó tal y como había llegado, asegurándose de dejar cerrada la puerta tras él.

En cuanto se cerró la puerta PsiLAN miró extrañado el informe que el androide había dejado sobre la mesa y despues a sus dos acompañantes. Ni el Viejo ni Rocanegra habían dicho nada.
Dorian apagó el proyector.

- ¿Alguien me puede explicar que ocurre aquí?, ¿como es que uno de los comandos de HK de pronto quiere formar parte de Los Recios?
Jean-Baptiste y Fátima se miraron y fue el Viejo quien respondió a Dorian.
- Hakken fué asignado a R.E.C.I.O.S. por algo mas que por sus habilidades de combate y su entrenamiento.
- Ya imagino que todo el mundo tiene una historia secreta que les hace unicos y especiales. Lo que quiero saber es porque alguien que milita en un cuerpo de intervenciones especiales de pronto quiere pasar a un grupo de superheroes publico.
- Hakken... Andreas, es el hijo de Artemis. - Confesó Fátima.
- No me jo... ¿pero en que demonios estabais pensando?, ¿un reencuentro feliz?. Artemis no es precisamente un prototipo de padre cariñoso.
- Calmate chico. - Jean-Baptiste interrumpió al exaltado Dorian. - Puede que no fuera la mejor decisión, pero queriamos darles a los dos una oportunidad para reencontrarse y...
- ¿Cuanto hace que no se ven? - Pregunto PsiLAN. - Corrijo. ¿Se han visto alguna vez?
- No. - Respondió Fátima desviando la mirada hacia el suelo.
- Asi que tenemos por un lado a un chaval de ... ¿25 años?, que se ha criado sin su padre y a saber que le habrá pasado por la cabeza todo este tiempo, y por otro lado a un ex-famoso amargado con tendencias psicopatas, ¿y lo mejor que se os ocurre es juntarlos a ver si tienen un reencuentro feliz?
- Chico, relajate. - El Viejo se puso en pie encarandose a Dorian. - No conoces el pasado de ese crio, y de hecho ha sido bastante mas feliz y comodo de lo que tu te imaginas. Quizás la forma de llevar el reencuentro no haya sido la ideal, vale, pero tampoco tenía porque salir mal.
- No tenía porque, pero ha salido mal. Si esos dos han hablado y Hakken ha solicitado un cambio de unidad es que no ha salido bien. Y ahora, porque vosotros dos habeis querido jugar a Celestinas me toca lidiar con un tipo de operaciones especiales en Los Recios.
- Hakken no irá a los Recios. - Comentó Fátima calmadamente desde su sillón. - Su perfil no es el adecuado.
- ¿Entonces?. Muchas gracias por participar chaval. ¿Deja tu curriculum y ya te llamaremos?
- Precisamente.

La respuesta de la propietaria de Recios Inc. pilló por sorpresa a Dorian.

- El chico es hijo de una espia y tiene entrenamiento militar, ademas de la predisposición a tomar acciones expeditivas como ya ha demostrado por sus operaciones con R.E.C.I.O.S.. No podemos arriesgarnos a tener a alguien con ese perfil en Los Recios. Habla con él y aclara la situación. Queremos contar con él, y él nos necesita, pero no con Los Recios.
PsiLAN escuchó antentamente las palabras de Fátima y finalmente se incorporó disponiendose a salir.
- Empiezo a cansarme de limpiar los cristales rotos.
- Es tu trabajo Dorian, hazlo y deja de quejarte. Ademas... ambos sabemos que te gusta.

Aunque la frase podía haber sonado dura, Fátima la había acompañado de una sonrisa y un tono amable.
PsiLAN intentó fruncir el ceño pero desistió. Devolvió la sonrisa a Fátima, inclino la cabeza ante el Viejo y salió de la sala.

Artemis (amarillo) y HK (rojo) con sus trajes de R.E.C.I.O.S.


Diversos trajes de PsiLAN.
En concreto en esta historia aparece con el primero, su traje de civil.

El ambiente en la cantina de R.E.C.I.O.S. es una mezcla saturada de ruido y conversaciones enmarcadas en un tibio aroma a sudor y vapores de alcohol. Sin embargo, y pese a la naturaleza militar de los parroquianos, pocas veces se han escuchado disparos en la sala. Hoy era uno de esos raros dias.

La bala pasó silbando cerca de la mano de HK. Su jarra de cerveza estalló en pedazos.
El androide tenía localizado al pistolero y no lo había calificado como amenaza. El estado de su cerveza le impulsaba a pensar que quizás su evaluación no había sido correcta.
Giró lentamente hacia el origen del disparo mientras recogía una nueva jarra de la barra.

- Shucio bashtardo... monthon dhe chatharra... erhesh un cabhronazho...

El estado de Artemis podría justificar que hubiera fallado el tiro pero HK sabía bien que incluso borracho había disparado donde quería.
Simplemente quería llamar su atención.

- Unidad Artemis. Creo que los niveles de alcohol en su organismo sobrepasan los parametros recomendados para llevar a cabo acciones consideradas razonables por la lógica humana. Duerma la mona, sargento.

- Cómemeh la pollha...

- Unidad Artemis. Las faltas de repesto a oficiales de mayor rango estan penalizadas con...

- ... beshame el culo...

El aspecto de Artemis complementaba a la perfección su forma de hablar. El cyborg vestía unos mal abrochados vaqueros y su torso al aire dejaba ver las cicatrices que habían dejado en su pecho los dos brazos biónicos. Unas deportivas apenas atadas eran el unico complemento que parecía haberse dado el lujo de vestir. En las manos, un enorme pistolón humeante y una botella de cerveza.

- ¡Sargento! deje de hacer el soplapollas y deponga su arma si no quiere que se la meta en un agujero más negro que su parte anatómica mencionada.- Con su pie metálico, HK empujó un taburete vacío que se deslizó en dirección a Artemis. - Y de paso coja eso, acérquese y siéntese a la barra.-

Artemis observó a HK con desconfianza. Intentó dar otro trago a su botella pero solo calleron unas gotas.

- Que shea un whishky. Eshtá mierhda she ha threminadho. - Y arrojando la botella hacia atras se acercó al capitán de R.E.C.I.O.S.

El comunicador interno de R.E.C.I.O.S. indicaba una llamada entrante de prioridad 2. No era el máximo disponible, pero si el máximo para sus
soldados.
HK continuó dando fuego de cobertura a sus compañeros mientras uno de sus procesadores recuperaba la información de la llamada.

- Pandora, Guijarro, ¡por el Este!

Su altavoz daba las ordenes a sus soldados, internamente respondía a la llamada.

- Unidad Hakken, no está autorizado para utilizar este canal. Está interfiriendo en una operación ...
- ¡HK!, ¡gracias a Dios!. Necesito que me ayudes.
- Desde el momento en que abandonó el regimiento, la unidad Hakken perdió el derecho de uso de este canal asi como el privilegio de ayuda del resto de unidades de R.E.C.I.O.S.

- ¡Unidad francotirador hostil localizada! ¡Escuadra a cubierto!. - Exclamó en voz alta.

Mientras apuntaba con su rifle y sus sistemas de punteria confirmaban la trayectoria óptima, proseguía su conversación interna.

- HK, no te estaría pidiendo ayuda si no fuera importante...
- Por última vez. Salga de este canal, unidad Hakken.
- No es por mi... es por mi padre.

El androide dejó de apuntar por un momento y sus procesos principales hicieron que su altavoz facial emitiera la respuesta a Hakken.

- Artemis...

Movido por puros reflejos, el droide se movió unos centímetros. Lo justo para que una bala dirigida al pecho impactara en una de las hombreras reforzadas.
Alzando de nuevo el fusil, rescató de su memoria la trayectoria de disparo, compensó la inclinación y prácticamente sin mirar soltó un único disparo.

En una ventana alejada, estalló una pequeña nube rosa.

- ¡Escuadra! ¡Repliegue a posición tres! - bramó hacia el exterior, mientras permitía a Hakken explicarse

- Tiene dos minutos, unidad Hakken.

La intervención esta durando mas de lo habitual para ser una operación de R.E.C.I.O.S., esta claro que esto es cosa de nuestro objetivo y del hecho de que conoce nuestros metodos.

Nos hemos dividido o, mas bien, estos malditos robots nos han obligado a dividirnos.

HK y los demas se encargarán de los robots y de los rehenes. Yo tengo que buscar al causante de todo estropicio antes de que intervenga la policia. Por el ruido ya han llegado y están acordonando la zona.

Esquivo facilmente a los robots, demasiado facilmente.
O no contaban con enfrentarse a alguien capaz de moverse sigilosamente, o me está dejando acercarme a drede.

En el salón de prototipos no hay vigilancia, sin embargo se que el objeto que han venido a buscar está ahí. Un prototipo de bomba de microondas inteligente que puede causar estragos si se lleva a efecto.

Desciendo lentamente, asegurandome de no hacer ruido y entro en la sala.

Al fondo, observando el prototipo le veo. Solo. Confiado.

Busco un punto con buena perspectiva y trago saliva. Respiro lentamente mientras apunto mi rifle.

Es un tiro facil en la nuca. Lo he hecho antes. Dudo.

- Menuda forma de saludar a tu padre, cachorro. - Me dice mientras sigue mirando el objeto tras el cristal. - Pensaba que habrías dejado atras ese odio a la figura paterna propia de la adolescencia, aunque claro, yo no estuve ahí para que pudieras gritarme cuando tenias 15 años...

No dirige sus palabras hacia ningun lugar, pero me está hablando a mi.
Su maldita percepción incrementada. Joder. Es demasiado bueno y tiene mucha mas experiencia que yo.

- ¿Dudas?. En nuestro trabajo no podemos permitirnos ese lujo.

Se gira y me mira fijamente. Esos brillantes ojos amarillos se clavan en mi. Lo puedo sentir detras de mis lentes y mi visor de punteria.
Yo tengo el rifle y él es quien esta siendo apuntado.
Yo soy el que esta sudando nervioso y él es quien esta plantado de brazos cruzados.

- ¿Todavia dudas cachorro?. No te lo puedo poner mas facil.



Intento relajar la respiración.

El dedo tiembla en el gatillo.

Una gota de sudor resbala por el borde de las lentes y me llega hasta la boca que no puede estar mas reseca.

Relajo los hombros y dejo caer los brazos.

- No tienes lo que hay que tener. Pero yo si se lo que hay que hacer y no pienso detenerme. - De un puñetazo de sus brazos artificiales rompe la cristal blindado y coge el prototipo. - Hasta otra cachorro. Dale saludos al viejo culo-cromado.

Me saluda con la mano y desaparece de mi vista con un zumbido y una estela de color amarillo.

Apenas 1 minuto mas tarde llegan HK y los demas al salón.
Me mira y no dice nada. No hay cuerpos y falta el prototipo. No tengo heridas. Sabe perfectamente lo que ha pasado.

Terminamos de limpiar el museo de robots y salimos de escena antes de que intervenga la policia. Yo permanezco callado el resto del viaje, agarrando con fuerza mi rifle.

Nos volveremos a encontrar, y la próxima vez no dudare.

Continuo repitiendo esa idea hasta que me dejan en la central de Recios Inc. e incluso despues. Cuando entro en la ducha todavía le sigo dando vueltas.
Quizás termine creyendomelo.