Råziel
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Råziel
Invitado Jue 27 Dic 2007, 16:19
Nombre: Råziel Mirshann d' Halisstraden
Descripción: Råziel es un no-muerto de cabello largo y oscuro, con ojos sin vida, como una ventana al vacío. Su mandíbula ha sido dañada en una reciente batalla contra la Cruzada escarlata, por lo que lleva las marcas de dicho combate. En cuanto a su personalidad, no debería decirlo, pero Råziel es un brujo sediento de poder, que utilizará cualquier método para conseguir lo que quiere.
Historia:
Siendo el único hijo de un celebre maestro encantador y una talentosa costurera artesana, Råziel llevaba una vida llena de lujos y privilegios. Bajo el resguardo de las murallas de la imponente ciudad de Lordaeron, su infancia transcurrió entre suntuosos salones, donde asistía a las galas de sociedad, y los talleres de la familia, donde ayudaba a su padre en la difícil tarea de encantar las bellas ropas que su madre confeccionaba.
Poseedor de un alma solitaria, prefería prescindir de la compañía de otros niños, y pasaba horas leyendo los antiguos manuscritos que poseía su padre. Esta sed de conocimiento atrajo la atención de Leonard, un poderoso mago, y viejo amigo de su padre. El mago expresó el interés que tenia la Academia de Dalaran por jóvenes iniciados en las artes arcanas. Y habiendo sido su padre un estudiante circunstancial de la Academia, Råziel tenía muchísimas posibilidades de ser aceptado.
La deliberación no duró mucho. Råziel, de trece años, se moría de ganas por ir. Sus padres, concientes de la necesidad de formar magos para la defensa de Lordaeron, no se opusieron. Pero no fue tan fácil para Leonard convencer a los maestros de la Academia para que acepten a Råziel entre sus alumnos. Los maestros magos alegaban no poder enseñarle las complejas artes mágicas a Råziel, ya que carecía de un vínculo lo suficientemente fuerte con los elementos, tan necesario para la educación de un mago, y no bastaba con la simple intención de querer aprender. Fue solo por la insistencia de Leonard, reconocido por sus pares como una eminencia en lo arcano, que Råziel fue finalmente aceptado en la Academia. Leonard vigilaría de cerca la educación de este, pero no podría estar siempre a su lado.
Los años pasaron y el desempeño de Råziel en Dalaran dejaba mucho que desear. Era capaz de manipular la energía, no había duda, pero no podía ejecutar el más simple de los sortilegios de un mago. En varias oportunidades estuvo a punto de ser expulsado, pero la intervención de Leonard lo mantenía allí. “Tened paciencia, el muchacho tiene potencial” solía decir. Råziel probó todas las diversas escuelas de magia, pero no tuvo éxito en ninguna.
Cuando ya comenzaba a perder fe en si mismo, un extraño personaje se acerco a él en las afueras de la ciudad, y sin mediar palabra alguna deposito un casi-desecho manuscrito en las manos del joven y partió. Råziel no pudo con su genio y se apresuro a examinar su contenido apresuradamente. El pergamino detallaba los pasos a seguir para la ejecución de un hechizo, no era diferente a los cientos que había leído Råziel, pero decidió darle un intento. Para llevarse a cabo, el conjurador necesitaría un asistente que se mantuviera inmóvil dentro de un círculo que dibujaría el mago. El hechizo no era difícil en absoluto, y Råziel decidió darle un intento esa misma noche. No fue muy difícil para él conseguir un alumno curioso que se ofreciera como voluntario.
El círculo fue trazado como lo indicaba el manuscrito, el voluntario, un joven que no debía tener más de quince años, se paró en su centro y procuró moverse lo menos posible. Råziel se dispuso a pronunciar lo escrito en el papel. Si tenía éxito, fortalecería su espíritu por un corto periodo de tiempo.
Comenzó el ritual, todo se mantuvo igual hasta que Råziel pronuncio la ultima palabra. Un rayo de luz salio del pecho del joven en el circulo y fue a dar en el de Råziel. Sorprendido, Råziel comenzó a sentir como su cuerpo era inundado por esa energía. Era una sensación placentera, intoxicante. En su estado de éxtasis, Råziel fue incapaz de oír los gritos de dolor que provenían del joven, quien cayó desplomado al suelo a solo segundos de haber comenzado el ritual.
Lo primero que vio Råziel al recobrar la conciencia fue a los guardias de la Academia irrumpiendo en su alcoba, y al joven alumno tendido a sus pies, muerto.
Los rumores de un asesinato en la Academia no tardaron en llegar a oídos de Leonard, quien de inmediato se puso en contacto con los Superiores de Dalaran. Nada pudo prepararlo para recibir tan ingrata noticia. Que el responsable del homicidio no era otro que su protegido, el único hijo de su mejor amigo. Un joven al que había visto crecer, y convertirse en el prototipo de hombre que era hoy.
Råziel, mientras tanto, se encontraba prisionero en las Celdas Astrales de Dalaran. Unas prisiones concebidas con el único propósito de mantener cautivos a los hechiceros más peligrosos y despiadados. El joven de 18 años, un inútil mago incapaz de invocar una manzana, compartía la misma suerte que dichos individuos.
Totalmente perturbado, no podía quitar de su mente la imagen del alumno muerto, victima de su imprudencia. Pero algo iba a robar la atención de Råziel, y la robaría para siempre.
“Que las voces de los muertos no te aturdan, joven Brujo. Siléncialas con nuestras voces.” Alguien habló directamente a su mente.
“Los magos creen saberlo todo, y esa es su debilidad. Desconocen nuestro poder, y esa será nuestra ventaja.” Acotó una voz femenina.
“Haz hecho bien tu trabajo, ahora es nuestro turno.” Finalizó la primera voz.
El peor de los dolores alcanzó cada fibra de su ser. “Debe parecer real.”
Rendido ante al sufrimiento cayó contra el invisible suelo. “Solo así vendrán a socorrerte.”
Los guardias sabían a quien estaban custodiando. Sabían del cariño que Leonard tenía para él. Y no dudaron en ir a su ayuda, anulando los símbolos mágicos que lo aislaban del mundo.
Fuertes arcadas hicieron que Råziel libere todo el contenido de su estomago. “Reclama tu premio.”
El dolor cesó por completo. Las voces de los guardias eran claras. Se hallaban preocupados por él. La luz había vuelto. Las paredes mostraban los hermosos diseños de los Elfos. Estaba en la Academia. “Rápido, ya sabes que hacer.” Y así era.
Los guardias no habían notado el pequeño cristal que había despedido Råziel de sus entrañas. El cristal que se apresuró a tomar. El cristal que apretó fuertemente mientras repetía lo que las voces le dictaba. Aquel cristal que albergaba el alma del alumno a quien Råziel había acecinado.
Cuando los guardias se percataron de la criatura atravesando el Portal a sus espaldas, fue demasiado tarde para ellos. El primero murió al instante cuando el Sabueso Demoníaco arrancó su cabeza con sus fauces. Y poco podía hacer su compañero, incapaz de pronunciar una palabra, silenciado por los poderes del Demonio. Con sus garras delanteras el Sabueso hirió gravemente al guardia. “¡Hazlo!”
No hubo palabras de invocación, no hubo círculos. Pura energía. Aquel rayo de luz que volvía a llenar a Råziel de una dicha sin límites. Con su mortal aguijón, el Sabueso atravesó el pecho del guardia, acabando con su vida. “No lo mires, no pienses en él. Piensa en el poder que posees. Piensa en el placer que te ha dado” No había necesidad de tantas palabras. El destino de Råziel ya había sido sellado.
“Ya haz visto el poder de MI sirviente. Pero necesitarás más ayuda para tu próxima misión”
El alma del guardia sirvió como ofrenda para invocar a otro de los sirvientes del invisible maestro. Una seductora criatura, una belleza monstruosa. A quien se le sumó un pequeño Demonio saltarín.
Råziel cumplió al pie de la letra lo que la voz le pedía. Junto a los tres Demonios logró liberar a la pareja de Altos Elfos que le había indicado. Ambos sabían que vendría, y también sabían que hacer. Sin mediar palabras corrieron al encuentro de un inadvertido vigilante que se hallaba solo en una habitación vecina. Mientras la demoníaca seductora robaba su atención, el Sabueso se abalanzó sobre él con una furia salvaje. Ambos elfos aprovecharon está muerte para armarse de un cristal, y Råziel hizo lo mismo, casi por reflejo. Esto provocó una pequeña sonrisa en el rostro de los elfos.
La misión de rescate había sido todo un éxito.
Ante los ojos de Råziel, las criaturas demoníacas comenzaron a desvanecerse. Lo mismo ocurrió con los elfos, primero uno y luego el otro. Finalmente, Råziel también fue conducido desde la Ciudadela Violeta a un lugar más seguro, una cueva oculta entre las montañas Alterac. Un grupo de Quel'dorei lo rodeaba, entre ellos se hallaban la pareja que había recatado.
Los elfos se presentan como los Guardianes del Ocaso, Altos Elfos volcados al estudio de las artes demoníacas. Originarios de Quel'Thalas, eran acusados de servir a la Legión Ardiente, y por ello eran perseguidos por una secta de fanáticos conocida como los Guardianes de Tirisfal. Råziel fue adoptado por los elfos, quienes decidieron compartir con el humano sus conocimientos.
Los años pasaron y Råziel seguía sumergiéndose en un mundo de dolor y oscuridad. Con sus 23 años de edad ya era todo un iniciado, llegaría a ser uno de los más poderosos Brujos, nadie lo dudaba. La muerte se convirtió en su eterna guardiana. Donde sea que él iba ella iba también.
Los elfos recibían información de sus sirvientes demoníacos, y elegían cuidadosamente cual compartir con el humano y cual no. Rumores de una nueva guerra alterarían la joven mente de Råziel, quien fue criado en una época de paz, así que decidieron no molestarlo con tales asuntos. Pero alarmantes noticias habían llegado a oídos de los elfos. Una plaga mortal se esparciría por las tierras de Azeroth, amenazando la vida de todos los mortales. Esconder esta información sería condenarlo a una muerte segura. Los elfos informaron a Råziel de lo que ocurría, la Legión Ardiente preparaba su regreso a estas tierras, y el Azote seria su jugada inicial.
En todos estos años jamás se permitió pensar en su vida pasada. En como había afectado sus actos a aquellos a los que amaba. Prefería congelar aquellos tiempos e imaginar que todo seguía igual. Sus padres felices en las tierras de Lordaeron, junto a sus amigos y otros seres amados. Leonard recorriendo el mundo en busca de conocimientos olvidados. Pero esto lo cambiaba todo. La muerte se acercaba y ellos nada sabían al respecto.
Los elfos, preocupados por su seguridad, lo instaron a que dejara estas tierras. Estaban dispuestos a viajar a otros mundos, a dimensiones habitadas por las criaturas que ellos dominaban, por el bienestar de uno de ellos. Pero Råziel debía advertir a sus padres de la Plaga. Debía volver a su Lordaeron amado una vez más y enfrentar a sus más oscuros demonios.
La forma más segura de viajar evitando ser visto era a través de las montañas de Alterac. El clima extremo estuvo en muchas oportunidades a punto de acabar con su vida. Pero nada podría detenerlo, o eso pensó él. Durante todo el viaje sintió la extraña sensación de ser observado. Al principio creyó que se trataba de sus hermanos elfos, pero ni ellos eran capases de esconder su presencia ante él. Utilizando sus poderes demoníacos, comandó a sus sirvientes que revelen aquello que sus ojos mortales no podían ver. Para su sorpresa, a unos escasos metros pudo distinguir la figura de un humano, un mago más específicamente. Se trataba de Leonard, aquel hombre que depósito ciegamente su confianza en él.
“Déjame que te hable de tus padres. Así podrás volver con tus preciados elfos a engendrar más oscuridad.”
Luego de los acontecimientos de Dalaran la familia de Råziel había quedado destrozada. Poco a poco su posición social y económica se vino completamente abajo. Debieron abandonar su lujosa morada en la ciudad capital y trasladarse a la villa de Brill, al norte de Lordaeron. Consumido por el dolor y la vergüenza, su padre decidió terminar con su propia vida arrojándose a un lago en las cercanías del pueblo. Su madre murió de tristeza poco después.
La demencia y el poder son una peligrosa combinación. Un mago demente es una fuente de destrucción sin límites. Un guerrero demente es una maquina de matar imparable. Un brujo demente, en cambio, es una amenaza para si mismo. Acostumbrado a ser el maestro, pasa a ser el sirviente de las sombras.
La oscuridad lo cubre todo. Recuerdos de las prisiones de Dalaran vienen a su mente perturbada. Voces hablan de él, a él y por él. Voces demoníacas, voces mortales. Leonard ha muerto. Leonard lo ha matado. No sabe que es real. Una de las voces es más potente. Lo llama. El frió de Alterac daña su piel. No, se está ahogando. Es eso. Algo está quemando sus pies. Sombras y más sombras. Y una luz. Una luz que brilla en la hoja de una daga. Y el filo acaricia su cuello. Alguien lo está matando. Leonard. Leonard lo está matando con una daga. Pero si Leonard ha muerto. No. Es su propia daga. Es su mano quien empuña la daga. Frió y sombras. Sombras y muerte.
Inmóvil ante el Miedo sembrado por Råziel, nada pudo hacer el poderoso Leonard contra las sucesivas maldiciones profesadas por el brujo. El mago cayó rendido a sus pies. Con la mirada perdida, Råziel tomo su daga y abrió una profunda herida en su propia garganta. La sangre brotaba violentamente tiñendo el nevado suelo de un rojo furioso. La muerte finalmente vino por él.
La nieve cubrió su cuerpo. Allí quedó enterrado y olvidado, hasta que la voz del Rey Exánime se apoderó de su ser.
Como parte del Azote fue un esclavo de la Legión Ardiente, un muerto viviente sin voluntad. La voz del Rey Exánime era lo único que escuchaba. Pero eso cambió recientemente.
Sombras y más sombras. Frió en los pies, pero su rostro se encuentra en llamas. Quiere ponerse de pie pero un gran peso se lo impide. Luz. Luz en una daga. Su daga en el momento de su muerte. Al enterarse de la tragedia que provocó en su familia. Los recuerdos vienen a él. Y sus ganas de ponerse de pie se van al instante. Sabe que ha muerto. Sabe que su familia ha muerto. Sabe que ha matado a Leonard. No hay motivo para levantarse. Los muertos no se levantan. Una voz suena en su mente. Maldice a esa voz. Está cansado de voces que le dicen lo que debe hacer. Decide ignorarla. Pero la voz no se calla. Le pide que se levante. Que debe obedecer. Que debe servirlo, que él lo volvió a la vida y por eso le debe lealtad. Que se levante, vuelve a repetir. Maldice nuevamente a esa voz. Otro pedido que se levante. Pero es diferente. No es una orden, es una invitación. Le pide que se levante y sea su propio maestro. Que recobre la voluntad para no volver a ser un esclavo. Lo invita a que lo busque. Pero, no, es ella. Es una mujer. La voz dulce pero decidida. Lo invita a que la busque. Que no deje la oscuridad, que la acepte. Que no tema a la muerte, que la abrace. Que en la oscuridad es donde viven. Que la muerte es lo que son. Muerte y oscuridad. Lo invita a que la busque. Que si desea ser libre ella puede ayudarlo. Ella conoce de oscuridad. La fuerza vuelve a Råziel. El peso que lo oprime no lo detendrá. Los cuerpos que lo cubren no evitaran que llegue a la Dama. A la Dama que le ofrece ser libre. A la Dama que acepta la Oscuridad. Uno tras otro logra quitarse de encima los cuerpos de los difuntos. Nada podrá callar la voz de su Dama Oscura.
Jugador: Carlos Manuel
Donde: Buenos Aires, Argentina
Más: Vengo del Server de Presea, donde juego desde marzo cuando empecé a jugar al wow. Actualmente soy GM en su server de rol. Paso muchas horas conectado, diariamente. Me gusta mucho el rol, no tanto el PvP. Suelo crear historias para eventos y esas cosas.
Muchos saludos a todos, y espero verlos pronto ahí dentro.
Descripción: Råziel es un no-muerto de cabello largo y oscuro, con ojos sin vida, como una ventana al vacío. Su mandíbula ha sido dañada en una reciente batalla contra la Cruzada escarlata, por lo que lleva las marcas de dicho combate. En cuanto a su personalidad, no debería decirlo, pero Råziel es un brujo sediento de poder, que utilizará cualquier método para conseguir lo que quiere.
Historia:
Siendo el único hijo de un celebre maestro encantador y una talentosa costurera artesana, Råziel llevaba una vida llena de lujos y privilegios. Bajo el resguardo de las murallas de la imponente ciudad de Lordaeron, su infancia transcurrió entre suntuosos salones, donde asistía a las galas de sociedad, y los talleres de la familia, donde ayudaba a su padre en la difícil tarea de encantar las bellas ropas que su madre confeccionaba.
Poseedor de un alma solitaria, prefería prescindir de la compañía de otros niños, y pasaba horas leyendo los antiguos manuscritos que poseía su padre. Esta sed de conocimiento atrajo la atención de Leonard, un poderoso mago, y viejo amigo de su padre. El mago expresó el interés que tenia la Academia de Dalaran por jóvenes iniciados en las artes arcanas. Y habiendo sido su padre un estudiante circunstancial de la Academia, Råziel tenía muchísimas posibilidades de ser aceptado.
La deliberación no duró mucho. Råziel, de trece años, se moría de ganas por ir. Sus padres, concientes de la necesidad de formar magos para la defensa de Lordaeron, no se opusieron. Pero no fue tan fácil para Leonard convencer a los maestros de la Academia para que acepten a Råziel entre sus alumnos. Los maestros magos alegaban no poder enseñarle las complejas artes mágicas a Råziel, ya que carecía de un vínculo lo suficientemente fuerte con los elementos, tan necesario para la educación de un mago, y no bastaba con la simple intención de querer aprender. Fue solo por la insistencia de Leonard, reconocido por sus pares como una eminencia en lo arcano, que Råziel fue finalmente aceptado en la Academia. Leonard vigilaría de cerca la educación de este, pero no podría estar siempre a su lado.
Los años pasaron y el desempeño de Råziel en Dalaran dejaba mucho que desear. Era capaz de manipular la energía, no había duda, pero no podía ejecutar el más simple de los sortilegios de un mago. En varias oportunidades estuvo a punto de ser expulsado, pero la intervención de Leonard lo mantenía allí. “Tened paciencia, el muchacho tiene potencial” solía decir. Råziel probó todas las diversas escuelas de magia, pero no tuvo éxito en ninguna.
Cuando ya comenzaba a perder fe en si mismo, un extraño personaje se acerco a él en las afueras de la ciudad, y sin mediar palabra alguna deposito un casi-desecho manuscrito en las manos del joven y partió. Råziel no pudo con su genio y se apresuro a examinar su contenido apresuradamente. El pergamino detallaba los pasos a seguir para la ejecución de un hechizo, no era diferente a los cientos que había leído Råziel, pero decidió darle un intento. Para llevarse a cabo, el conjurador necesitaría un asistente que se mantuviera inmóvil dentro de un círculo que dibujaría el mago. El hechizo no era difícil en absoluto, y Råziel decidió darle un intento esa misma noche. No fue muy difícil para él conseguir un alumno curioso que se ofreciera como voluntario.
El círculo fue trazado como lo indicaba el manuscrito, el voluntario, un joven que no debía tener más de quince años, se paró en su centro y procuró moverse lo menos posible. Råziel se dispuso a pronunciar lo escrito en el papel. Si tenía éxito, fortalecería su espíritu por un corto periodo de tiempo.
Comenzó el ritual, todo se mantuvo igual hasta que Råziel pronuncio la ultima palabra. Un rayo de luz salio del pecho del joven en el circulo y fue a dar en el de Råziel. Sorprendido, Råziel comenzó a sentir como su cuerpo era inundado por esa energía. Era una sensación placentera, intoxicante. En su estado de éxtasis, Råziel fue incapaz de oír los gritos de dolor que provenían del joven, quien cayó desplomado al suelo a solo segundos de haber comenzado el ritual.
Lo primero que vio Råziel al recobrar la conciencia fue a los guardias de la Academia irrumpiendo en su alcoba, y al joven alumno tendido a sus pies, muerto.
Los rumores de un asesinato en la Academia no tardaron en llegar a oídos de Leonard, quien de inmediato se puso en contacto con los Superiores de Dalaran. Nada pudo prepararlo para recibir tan ingrata noticia. Que el responsable del homicidio no era otro que su protegido, el único hijo de su mejor amigo. Un joven al que había visto crecer, y convertirse en el prototipo de hombre que era hoy.
Råziel, mientras tanto, se encontraba prisionero en las Celdas Astrales de Dalaran. Unas prisiones concebidas con el único propósito de mantener cautivos a los hechiceros más peligrosos y despiadados. El joven de 18 años, un inútil mago incapaz de invocar una manzana, compartía la misma suerte que dichos individuos.
Totalmente perturbado, no podía quitar de su mente la imagen del alumno muerto, victima de su imprudencia. Pero algo iba a robar la atención de Råziel, y la robaría para siempre.
“Que las voces de los muertos no te aturdan, joven Brujo. Siléncialas con nuestras voces.” Alguien habló directamente a su mente.
“Los magos creen saberlo todo, y esa es su debilidad. Desconocen nuestro poder, y esa será nuestra ventaja.” Acotó una voz femenina.
“Haz hecho bien tu trabajo, ahora es nuestro turno.” Finalizó la primera voz.
El peor de los dolores alcanzó cada fibra de su ser. “Debe parecer real.”
Rendido ante al sufrimiento cayó contra el invisible suelo. “Solo así vendrán a socorrerte.”
Los guardias sabían a quien estaban custodiando. Sabían del cariño que Leonard tenía para él. Y no dudaron en ir a su ayuda, anulando los símbolos mágicos que lo aislaban del mundo.
Fuertes arcadas hicieron que Råziel libere todo el contenido de su estomago. “Reclama tu premio.”
El dolor cesó por completo. Las voces de los guardias eran claras. Se hallaban preocupados por él. La luz había vuelto. Las paredes mostraban los hermosos diseños de los Elfos. Estaba en la Academia. “Rápido, ya sabes que hacer.” Y así era.
Los guardias no habían notado el pequeño cristal que había despedido Råziel de sus entrañas. El cristal que se apresuró a tomar. El cristal que apretó fuertemente mientras repetía lo que las voces le dictaba. Aquel cristal que albergaba el alma del alumno a quien Råziel había acecinado.
Cuando los guardias se percataron de la criatura atravesando el Portal a sus espaldas, fue demasiado tarde para ellos. El primero murió al instante cuando el Sabueso Demoníaco arrancó su cabeza con sus fauces. Y poco podía hacer su compañero, incapaz de pronunciar una palabra, silenciado por los poderes del Demonio. Con sus garras delanteras el Sabueso hirió gravemente al guardia. “¡Hazlo!”
No hubo palabras de invocación, no hubo círculos. Pura energía. Aquel rayo de luz que volvía a llenar a Råziel de una dicha sin límites. Con su mortal aguijón, el Sabueso atravesó el pecho del guardia, acabando con su vida. “No lo mires, no pienses en él. Piensa en el poder que posees. Piensa en el placer que te ha dado” No había necesidad de tantas palabras. El destino de Råziel ya había sido sellado.
“Ya haz visto el poder de MI sirviente. Pero necesitarás más ayuda para tu próxima misión”
El alma del guardia sirvió como ofrenda para invocar a otro de los sirvientes del invisible maestro. Una seductora criatura, una belleza monstruosa. A quien se le sumó un pequeño Demonio saltarín.
Råziel cumplió al pie de la letra lo que la voz le pedía. Junto a los tres Demonios logró liberar a la pareja de Altos Elfos que le había indicado. Ambos sabían que vendría, y también sabían que hacer. Sin mediar palabras corrieron al encuentro de un inadvertido vigilante que se hallaba solo en una habitación vecina. Mientras la demoníaca seductora robaba su atención, el Sabueso se abalanzó sobre él con una furia salvaje. Ambos elfos aprovecharon está muerte para armarse de un cristal, y Råziel hizo lo mismo, casi por reflejo. Esto provocó una pequeña sonrisa en el rostro de los elfos.
La misión de rescate había sido todo un éxito.
Ante los ojos de Råziel, las criaturas demoníacas comenzaron a desvanecerse. Lo mismo ocurrió con los elfos, primero uno y luego el otro. Finalmente, Råziel también fue conducido desde la Ciudadela Violeta a un lugar más seguro, una cueva oculta entre las montañas Alterac. Un grupo de Quel'dorei lo rodeaba, entre ellos se hallaban la pareja que había recatado.
Los elfos se presentan como los Guardianes del Ocaso, Altos Elfos volcados al estudio de las artes demoníacas. Originarios de Quel'Thalas, eran acusados de servir a la Legión Ardiente, y por ello eran perseguidos por una secta de fanáticos conocida como los Guardianes de Tirisfal. Råziel fue adoptado por los elfos, quienes decidieron compartir con el humano sus conocimientos.
Los años pasaron y Råziel seguía sumergiéndose en un mundo de dolor y oscuridad. Con sus 23 años de edad ya era todo un iniciado, llegaría a ser uno de los más poderosos Brujos, nadie lo dudaba. La muerte se convirtió en su eterna guardiana. Donde sea que él iba ella iba también.
Los elfos recibían información de sus sirvientes demoníacos, y elegían cuidadosamente cual compartir con el humano y cual no. Rumores de una nueva guerra alterarían la joven mente de Råziel, quien fue criado en una época de paz, así que decidieron no molestarlo con tales asuntos. Pero alarmantes noticias habían llegado a oídos de los elfos. Una plaga mortal se esparciría por las tierras de Azeroth, amenazando la vida de todos los mortales. Esconder esta información sería condenarlo a una muerte segura. Los elfos informaron a Råziel de lo que ocurría, la Legión Ardiente preparaba su regreso a estas tierras, y el Azote seria su jugada inicial.
En todos estos años jamás se permitió pensar en su vida pasada. En como había afectado sus actos a aquellos a los que amaba. Prefería congelar aquellos tiempos e imaginar que todo seguía igual. Sus padres felices en las tierras de Lordaeron, junto a sus amigos y otros seres amados. Leonard recorriendo el mundo en busca de conocimientos olvidados. Pero esto lo cambiaba todo. La muerte se acercaba y ellos nada sabían al respecto.
Los elfos, preocupados por su seguridad, lo instaron a que dejara estas tierras. Estaban dispuestos a viajar a otros mundos, a dimensiones habitadas por las criaturas que ellos dominaban, por el bienestar de uno de ellos. Pero Råziel debía advertir a sus padres de la Plaga. Debía volver a su Lordaeron amado una vez más y enfrentar a sus más oscuros demonios.
La forma más segura de viajar evitando ser visto era a través de las montañas de Alterac. El clima extremo estuvo en muchas oportunidades a punto de acabar con su vida. Pero nada podría detenerlo, o eso pensó él. Durante todo el viaje sintió la extraña sensación de ser observado. Al principio creyó que se trataba de sus hermanos elfos, pero ni ellos eran capases de esconder su presencia ante él. Utilizando sus poderes demoníacos, comandó a sus sirvientes que revelen aquello que sus ojos mortales no podían ver. Para su sorpresa, a unos escasos metros pudo distinguir la figura de un humano, un mago más específicamente. Se trataba de Leonard, aquel hombre que depósito ciegamente su confianza en él.
“Déjame que te hable de tus padres. Así podrás volver con tus preciados elfos a engendrar más oscuridad.”
Luego de los acontecimientos de Dalaran la familia de Råziel había quedado destrozada. Poco a poco su posición social y económica se vino completamente abajo. Debieron abandonar su lujosa morada en la ciudad capital y trasladarse a la villa de Brill, al norte de Lordaeron. Consumido por el dolor y la vergüenza, su padre decidió terminar con su propia vida arrojándose a un lago en las cercanías del pueblo. Su madre murió de tristeza poco después.
La demencia y el poder son una peligrosa combinación. Un mago demente es una fuente de destrucción sin límites. Un guerrero demente es una maquina de matar imparable. Un brujo demente, en cambio, es una amenaza para si mismo. Acostumbrado a ser el maestro, pasa a ser el sirviente de las sombras.
La oscuridad lo cubre todo. Recuerdos de las prisiones de Dalaran vienen a su mente perturbada. Voces hablan de él, a él y por él. Voces demoníacas, voces mortales. Leonard ha muerto. Leonard lo ha matado. No sabe que es real. Una de las voces es más potente. Lo llama. El frió de Alterac daña su piel. No, se está ahogando. Es eso. Algo está quemando sus pies. Sombras y más sombras. Y una luz. Una luz que brilla en la hoja de una daga. Y el filo acaricia su cuello. Alguien lo está matando. Leonard. Leonard lo está matando con una daga. Pero si Leonard ha muerto. No. Es su propia daga. Es su mano quien empuña la daga. Frió y sombras. Sombras y muerte.
Inmóvil ante el Miedo sembrado por Råziel, nada pudo hacer el poderoso Leonard contra las sucesivas maldiciones profesadas por el brujo. El mago cayó rendido a sus pies. Con la mirada perdida, Råziel tomo su daga y abrió una profunda herida en su propia garganta. La sangre brotaba violentamente tiñendo el nevado suelo de un rojo furioso. La muerte finalmente vino por él.
La nieve cubrió su cuerpo. Allí quedó enterrado y olvidado, hasta que la voz del Rey Exánime se apoderó de su ser.
Como parte del Azote fue un esclavo de la Legión Ardiente, un muerto viviente sin voluntad. La voz del Rey Exánime era lo único que escuchaba. Pero eso cambió recientemente.
Sombras y más sombras. Frió en los pies, pero su rostro se encuentra en llamas. Quiere ponerse de pie pero un gran peso se lo impide. Luz. Luz en una daga. Su daga en el momento de su muerte. Al enterarse de la tragedia que provocó en su familia. Los recuerdos vienen a él. Y sus ganas de ponerse de pie se van al instante. Sabe que ha muerto. Sabe que su familia ha muerto. Sabe que ha matado a Leonard. No hay motivo para levantarse. Los muertos no se levantan. Una voz suena en su mente. Maldice a esa voz. Está cansado de voces que le dicen lo que debe hacer. Decide ignorarla. Pero la voz no se calla. Le pide que se levante. Que debe obedecer. Que debe servirlo, que él lo volvió a la vida y por eso le debe lealtad. Que se levante, vuelve a repetir. Maldice nuevamente a esa voz. Otro pedido que se levante. Pero es diferente. No es una orden, es una invitación. Le pide que se levante y sea su propio maestro. Que recobre la voluntad para no volver a ser un esclavo. Lo invita a que lo busque. Pero, no, es ella. Es una mujer. La voz dulce pero decidida. Lo invita a que la busque. Que no deje la oscuridad, que la acepte. Que no tema a la muerte, que la abrace. Que en la oscuridad es donde viven. Que la muerte es lo que son. Muerte y oscuridad. Lo invita a que la busque. Que si desea ser libre ella puede ayudarlo. Ella conoce de oscuridad. La fuerza vuelve a Råziel. El peso que lo oprime no lo detendrá. Los cuerpos que lo cubren no evitaran que llegue a la Dama. A la Dama que le ofrece ser libre. A la Dama que acepta la Oscuridad. Uno tras otro logra quitarse de encima los cuerpos de los difuntos. Nada podrá callar la voz de su Dama Oscura.
Jugador: Carlos Manuel
Donde: Buenos Aires, Argentina
Más: Vengo del Server de Presea, donde juego desde marzo cuando empecé a jugar al wow. Actualmente soy GM en su server de rol. Paso muchas horas conectado, diariamente. Me gusta mucho el rol, no tanto el PvP. Suelo crear historias para eventos y esas cosas.
Muchos saludos a todos, y espero verlos pronto ahí dentro.
Invitado- Invitado
Re: Råziel
Invitado Jue 27 Dic 2007, 16:42
Anda mira, si es el inutil q nos dejo a todos sin spells :twisted:. No hay forma de deshacerse de el 
Invitado- Invitado
Re: Råziel
Presea Jue 27 Dic 2007, 16:51
:twisted: :twisted: Otra ovejita que viene a los brazos de su ama, jijijijij:twisted: pronto te daremos turron del duro Raziel MUAHAHAHAHAAAAHAHAHAHA
Presea- Apaleaworgens
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Antigüedad : 20/09/2007
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Re: Råziel
Invitado Jue 27 Dic 2007, 16:52
Madre mia que avalancha O_O
Nada nada, bienvenidos. Solo espero que la falta de rol no os desanime, o, mejor aun, que ayudeis a fomentar un poquito el rol en el servidor ^_^
Gweo!!, se te acumula el trabajo!!!
Nada nada, bienvenidos. Solo espero que la falta de rol no os desanime, o, mejor aun, que ayudeis a fomentar un poquito el rol en el servidor ^_^
Gweo!!, se te acumula el trabajo!!!
Invitado- Invitado
Re: Råziel
Presea Jue 27 Dic 2007, 20:54
perate que aun no es ná, que van a venir unos cuantos mas ^^
Presea- Apaleaworgens
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ue
Invitado Sáb 29 Dic 2007, 12:27
Diosssss!! Otro renegado mas??
Al fin podre hacer verdaderos mis deseos de venganza contra todo ser viviente??? Al fin un grupo de autenticos soldados que se unen bajo mi comando para llevar muerte y destruccion a todo lo que se me interponga en el camino y....
Ehh, bueno, dejo de desfasar.
Bienvenido!!! Mas brujos ademas.. :S Veo que es de las clases que mas llaman siendo renegado.. con razon, es de las que mas mola tb^^
Espero encuentres lo que buscas en Recios, aunque seguro que Presea ya te habra informado al cien por cien sobre los pormenores del clan y el server, etc, etc, etc....
Bueno, me alegro de que os hayais decidido por Recios, aunque a decir verdad, estaba claro desde un principio...
solo siento no poder hacerte la entresvista hasta el 5, que estoy con colegas alemanes de visita en casa, asiquen "no time" :S
Pero espero verte pronto por el juego. Si no has hecho la entrevista hasta el 5 por las razones que sean, me puedes encontrar bajo los nombres:
Gweonar, Takeshi o kaenarion. Si no estuviese, pregunta por cualquier otro Recio y que ellos te digan si no. (/who Recios)
Bueno, hasta entonces y suerte!
Al fin podre hacer verdaderos mis deseos de venganza contra todo ser viviente??? Al fin un grupo de autenticos soldados que se unen bajo mi comando para llevar muerte y destruccion a todo lo que se me interponga en el camino y....
Ehh, bueno, dejo de desfasar.
Bienvenido!!! Mas brujos ademas.. :S Veo que es de las clases que mas llaman siendo renegado.. con razon, es de las que mas mola tb^^
Espero encuentres lo que buscas en Recios, aunque seguro que Presea ya te habra informado al cien por cien sobre los pormenores del clan y el server, etc, etc, etc....
Bueno, me alegro de que os hayais decidido por Recios, aunque a decir verdad, estaba claro desde un principio...
solo siento no poder hacerte la entresvista hasta el 5, que estoy con colegas alemanes de visita en casa, asiquen "no time" :S
Pero espero verte pronto por el juego. Si no has hecho la entrevista hasta el 5 por las razones que sean, me puedes encontrar bajo los nombres:
Gweonar, Takeshi o kaenarion. Si no estuviese, pregunta por cualquier otro Recio y que ellos te digan si no. (/who Recios)
Bueno, hasta entonces y suerte!
Invitado- Invitado
Re: Råziel
Invitado Sáb 29 Dic 2007, 21:21
Muchas gracias por el recivimiento. Con respecto a la entrevista, ya me la han hecho el 27, y salió todo muy bien.
No tube la oportunidad de hablar mucho con los miembros de la guild ya que ando todavia con la version de prueba y me va muy entrecortado, pero el miercoles ya tendré por fin el juego completo.
Pero está claro que son una hermandad solida, y sobre todo, que se la pasan bien, así que estoy contento de formar parte de ella.
Espero nos estemos viendo dentro. Saludos.
No tube la oportunidad de hablar mucho con los miembros de la guild ya que ando todavia con la version de prueba y me va muy entrecortado, pero el miercoles ya tendré por fin el juego completo.
Pero está claro que son una hermandad solida, y sobre todo, que se la pasan bien, así que estoy contento de formar parte de ella. Espero nos estemos viendo dentro. Saludos.
Invitado- Invitado
Re: Råziel
Darkeld Lun 31 Dic 2007, 10:51
Bienvenido, uno mas a recios
Por cierto, una de las mejores historias de presentacion de las que he visto ultimamente.
Atentamente
Darkeld
Por cierto, una de las mejores historias de presentacion de las que he visto ultimamente.
Atentamente
Darkeld
Darkeld- De profesión: Cabrón
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Clan : Blood Thirst - Recios
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Re: Råziel
Invitado Lun 31 Dic 2007, 11:48
Tranqui Gweo, que tenemos a Scherezade haciendo horas extras para atender a la marabunta de elfos y renegados que estan solicitando entrar ^_^
Invitado- Invitado
Re: Råziel
Schere Lun 31 Dic 2007, 11:52
Como si no tuviera trabajo suficiente con los elfitos! 
Nada, un placer hechar un cable con los nuevos "huesitos", aunque un poco flacuchos a mi parecer (que ya es)
un saludo
Nada, un placer hechar un cable con los nuevos "huesitos", aunque un poco flacuchos a mi parecer (que ya es)
un saludo
Schere- Moderador
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Clan : Recios .... hay otro?
PJ principal : Cortez
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Re: Råziel
Gaehrn Vie 04 Ene 2008, 18:29
Caramba carambita caramboles!! otro huesudo pa la family hum hum hum(Bermellón McGregor).
..............
Perdon por la intrusión del descarriado de mi amigo.
Bien hallado renegado a los Recios.
Nos vemos en Azerot, suerte y, buena caza!!
Gaehrn Corazon Salvaje
..............
Perdon por la intrusión del descarriado de mi amigo.
Bien hallado renegado a los Recios.
Nos vemos en Azerot, suerte y, buena caza!!
Gaehrn Corazon Salvaje
Gaehrn- Archiduque del Senado
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Clan : Recios, no?
Jugando a Warframe y Heroes & Generals.
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Edad : 41
Re: Råziel
Invitado Dom 10 Feb 2008, 15:02
Saludos a todos. Quería comunicarles que tendré que prolongar mi ausencia un par de meses más. Las razones son varias y diversas. La primera es ya conocida por algunos: desde donde juego me resulta mucho más fácil conseguir juegos, expansiones y tarjetas prepagas de la versión americana, no las europeas. La segunda razón es que en este último mes en el que estuve jugando en los servidores americanos he logrado consolidar un personaje (brujo nivel 63) con el que me siento muy a gusto, en una hermandad de rol serio, de esas donde se debe mantener el personaje incluso en el canal de la hermandad, y bueno, ya formo parte de la familia. La tercera razón, y la más fuerte de todas, es que actualmente estoy en un servidor completamente de rol, donde si quieres puedes ir hasta las puertas de Stormwind con el PvP off a rolear sin que nadie te lo impida, mientras que en Shen’dralar, al ser tanto de rol como PvP, la supremacía de los PvPeros se hace sentir siempre, y particularmente nunca fui un amante de esa modalidad, por lo que me siento mucho más a gusto en un servidor de rol.
Sin más excusas por enumerar paso a saludar a todos aquellos que fueron mis compañeros de aventuras. Valky, Elu, Geminito, Talos, Conca y todos mis hermanos de Dark Legion y Luna Negra, fue un placer jugar con tan buenas personas, y espero nos volvamos a cruzar por Azeroth en algún momento. No puedo dejar de agradecer a Raine todo lo que hizo, wowtales fue prácticamente el primer server donde jugué, donde nació Raziel y transcurrió toda su historia, gracias por permitirme ser el primer elfo renegado de la historia de Tales, y por todo lo que haces por nosotros y los demás jugadores que disfrutan de aquello que les provees. Gracias a Recios por abrirme las puertas de tan linda hermandad, y lamento no nos hayamos llegado a conocer lo suficiente como para extrañarnos, pero estoy seguro que en el futuro se presentará la oportunidad de remediar esta situación, tarde o temprano. Hasta entonces, a todos, mis más cordiales y sinceros saludos.
Sin más excusas por enumerar paso a saludar a todos aquellos que fueron mis compañeros de aventuras. Valky, Elu, Geminito, Talos, Conca y todos mis hermanos de Dark Legion y Luna Negra, fue un placer jugar con tan buenas personas, y espero nos volvamos a cruzar por Azeroth en algún momento. No puedo dejar de agradecer a Raine todo lo que hizo, wowtales fue prácticamente el primer server donde jugué, donde nació Raziel y transcurrió toda su historia, gracias por permitirme ser el primer elfo renegado de la historia de Tales, y por todo lo que haces por nosotros y los demás jugadores que disfrutan de aquello que les provees. Gracias a Recios por abrirme las puertas de tan linda hermandad, y lamento no nos hayamos llegado a conocer lo suficiente como para extrañarnos, pero estoy seguro que en el futuro se presentará la oportunidad de remediar esta situación, tarde o temprano. Hasta entonces, a todos, mis más cordiales y sinceros saludos.
Invitado- Invitado
Re: Råziel
Presea Lun 11 Feb 2008, 22:39
Raziel escribió:Saludos a todos. Quería comunicarles que tendré que prolongar mi ausencia un par de meses más. Las razones son varias y diversas. La primera es ya conocida por algunos: desde donde juego me resulta mucho más fácil conseguir juegos, expansiones y tarjetas prepagas de la versión americana, no las europeas. La segunda razón es que en este último mes en el que estuve jugando en los servidores americanos he logrado consolidar un personaje (brujo nivel 63) con el que me siento muy a gusto, en una hermandad de rol serio, de esas donde se debe mantener el personaje incluso en el canal de la hermandad, y bueno, ya formo parte de la familia. La tercera razón, y la más fuerte de todas, es que actualmente estoy en un servidor completamente de rol, donde si quieres puedes ir hasta las puertas de Stormwind con el PvP off a rolear sin que nadie te lo impida, mientras que en Shen’dralar, al ser tanto de rol como PvP, la supremacía de los PvPeros se hace sentir siempre, y particularmente nunca fui un amante de esa modalidad, por lo que me siento mucho más a gusto en un servidor de rol.
Sin más excusas por enumerar paso a saludar a todos aquellos que fueron mis compañeros de aventuras. Valky, Elu, Geminito, Talos, Conca y todos mis hermanos de Dark Legion y Luna Negra, fue un placer jugar con tan buenas personas, y espero nos volvamos a cruzar por Azeroth en algún momento. No puedo dejar de agradecer a Raine todo lo que hizo, wowtales fue prácticamente el primer server donde jugué, donde nació Raziel y transcurrió toda su historia, gracias por permitirme ser el primer elfo renegado de la historia de Tales, y por todo lo que haces por nosotros y los demás jugadores que disfrutan de aquello que les provees. Gracias a Recios por abrirme las puertas de tan linda hermandad, y lamento no nos hayamos llegado a conocer lo suficiente como para extrañarnos, pero estoy seguro que en el futuro se presentará la oportunidad de remediar esta situación, tarde o temprano. Hasta entonces, a todos, mis más cordiales y sinceros saludos.
T_T
Presea- Apaleaworgens
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