Trincheras
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Trincheras
La maldita guerra no parece tener fin, y el imperio pega duro, muy duro. Su abuelo, su bisabuelo, su tatarabuelo... No importa cuan atrás fuese, toda su familia había sido soldado y combatido en algún campo de batalla. Claro que toda su familia habían sido varones y la reprobación en los apagados ojos de su abuelo la perseguía desde niña. Su madre quería que no combatiese, no le importaba que se uniera al ejército pero mejor para otras tareas, bueno sí le importaba pero aceptaría de mejor grado una secretaria en el estado mayor que un soldado en las trincheras. Eso no ayudó mucho. Su padre, fue más considerado, nunca reprobó que hubiese nacido mujer y no varón, y tampoco la quiso condicionar sobre un futuro u otro, simplemente aceptó quien era y la dio plena libertad. Así que lejos de rehuir la tradición decidió que era mejor darle en las narices a su retrógrado abuelo y a su histérica madre, aun a su indeciso padre.
Una sensación cálida y húmeda la devolvió al lugar en el que estaba.
-Oh mierda. ¡Bajad las cabezas! ¡Francotirador!
El soldado que se encontraba a su lado tenía media cabeza volatilizada, pero no esperó a comprobar los daños y si tenía opciones de salvar la vida, en aquella trinchera en aquella roca perdida no iba a morir sin sentido. Ya en el suelo pero sin el casco puesto buscó el lugar de impacto del proyectil. Era muy raro un arma balística en lugar de una de energía pero estaba claro que eso lo había producido un arma que disparaba proyectiles. Encontró el agujero por el que había entrado el proyectil en la tierra tras levantar la tapa de los sesos del soldado John Doe, No le conocía, pero no quería deshumanizarse, no era una androide. Juan Nadie estaba bien. Calculó la trayectoria de la bala y la posible posición del tirador. "Bueno, lo normal es que el tirador se mueva. Un tirador estático tarde o temprano revela su posición y se convierte a su vez en un blanco. Un tirador en movimiento es más letal. Ahora piensa Jess, piensa; sabes desde donde ha disparado casi seguro y sabes que se va a mover, ¿a dónde? A ningún sitio, por eso usa un arma balística, cualquiera ve un fogonazo de energía y su trayectoria, se tarda más en descubrir un arma balística porque el proyectil no deja rastro, quiere que salgamos a buscarlo mientras confiamos en que ha cambiado o está cambiando de posición".
-Muy bien, vamos a probar suerte cabronazo.- Jessica se calzó el casco rápidamente y cogió su arma, un pesado cañón de asalto mientras asomaba por la trinchera -¡Aaaaaaaah!
El cañón de asalto empezó a escupir disparos que llenaron de luz y estruendo el ambiente, Jessica clavó los talones en la tierra mientras afianzaba el cañón en su cadera y bajaba esta para estabilizar aún más su centro de gravedad. Realizó un barrido continuo por la zona en la que creía que estaba el francotirador imperial y continuó disparando sin tregua.
-¡Hijo de puuuutaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Chssss, PII PII PII PII. El cañón se detuvo humeando acompañado del incesante pitido de alarma por sobrecalentamiento del arma.
Estatica. -¡Joder soldado la he dicho que alto el fuego!
-Lo siento mi comandante. no sabía exactamente donde estaba ese cabrón y quería cerciorarme de que no volvía a asomar de un modo u otro. Solo intuí su posición por...
-Mierda ya, si escuchase la maldita radio sabría que ha abatido al tirador hace 3 minutos. Un observador lo ha visto caer de un árbol a 150 metros más adelante de su posición. Convertido en un queso mandaloriano fundido.
-Comandante.
-Jessica, la voy a proponer para un ascenso, y para un permiso.
-Pero mi comandante yo...
-Cállese soldado, sé que le gusta la acción, la trasladan a la que posiblemente sea su muerte. Solo quiero que disfrute, si es posible, de 3 días de "paz" antes de reincorporarse. Felicidades cabo primero Jessica.
* * * *
Corellia no estaba mal, sería un buen lugar si todo esto acaba alguna vez. Le gustaba su nuevo destino, abandonaba la infantería y entraba en la flota como infantería de asalto, a partir de ahora iba a hacer justo lo que más le gustaba, caer directamente en mitad del combate repartiendo dolor. Su madre sin duda se escandalizaría o moriría de un infarto, pero ojos que no ven... Solo sabía que era soldado, y no necesitaba saber más, ni ella quería.
Estaba un tanto aburrida, no sabía que hacer. Ensimismada como iba tropezó con el tipo más alto que había visto en mucho tiempo.
-Vaya perdón.
-Descansa soldado. No ha sido nada.
El hombre sonreía, eso la puso aún más nerviosa. ¿Cómo sabía que era soldado?, no iba de uniforme
-Percibo inquietud en ti, tranquila, no soy ningún carterista, puedes comprobar tus bolsillos si quieres.
-Un jedi, ¿eh? Nunca había visto uno antes, había oído que podéis presentir cosas. Vale me fío de ti.
-¿Pero?
-¿Pero?
-Tienes razón, podemos percibir cosas, y percibo que tienes dudas.
-¿Cómo sabes que soy un soldado?
-Bueno, es sencillo, tu forma de andar, la tensión de tus miembros alerta después de chocar conmigo. Casi parecéis androides jaja. Es como si llevaseis un cartel luminoso que dijese "soldado aquí". Oh vamos, no frunzas el ceño, no le queda bien a una chica tan guapa.
-Señor, ¿estáis ligando conmigo? No me atraes y tengo entendido que las relaciones os están prohibidas.
-Ni tú a mi, pero que no pueda tener relaciones no significa que no reconozca a una chica bonita. Vamos solo era un cumplido inocente. Te invito a comer, mi nombre es Kurono.
* * * *
Una sensación cálida y húmeda la devolvió al lugar en el que estaba.
-Oh mierda. ¡Bajad las cabezas! ¡Francotirador!
El soldado que se encontraba a su lado tenía media cabeza volatilizada, pero no esperó a comprobar los daños y si tenía opciones de salvar la vida, en aquella trinchera en aquella roca perdida no iba a morir sin sentido. Ya en el suelo pero sin el casco puesto buscó el lugar de impacto del proyectil. Era muy raro un arma balística en lugar de una de energía pero estaba claro que eso lo había producido un arma que disparaba proyectiles. Encontró el agujero por el que había entrado el proyectil en la tierra tras levantar la tapa de los sesos del soldado John Doe, No le conocía, pero no quería deshumanizarse, no era una androide. Juan Nadie estaba bien. Calculó la trayectoria de la bala y la posible posición del tirador. "Bueno, lo normal es que el tirador se mueva. Un tirador estático tarde o temprano revela su posición y se convierte a su vez en un blanco. Un tirador en movimiento es más letal. Ahora piensa Jess, piensa; sabes desde donde ha disparado casi seguro y sabes que se va a mover, ¿a dónde? A ningún sitio, por eso usa un arma balística, cualquiera ve un fogonazo de energía y su trayectoria, se tarda más en descubrir un arma balística porque el proyectil no deja rastro, quiere que salgamos a buscarlo mientras confiamos en que ha cambiado o está cambiando de posición".
-Muy bien, vamos a probar suerte cabronazo.- Jessica se calzó el casco rápidamente y cogió su arma, un pesado cañón de asalto mientras asomaba por la trinchera -¡Aaaaaaaah!
El cañón de asalto empezó a escupir disparos que llenaron de luz y estruendo el ambiente, Jessica clavó los talones en la tierra mientras afianzaba el cañón en su cadera y bajaba esta para estabilizar aún más su centro de gravedad. Realizó un barrido continuo por la zona en la que creía que estaba el francotirador imperial y continuó disparando sin tregua.
-¡Hijo de puuuutaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Chssss, PII PII PII PII. El cañón se detuvo humeando acompañado del incesante pitido de alarma por sobrecalentamiento del arma.
Estatica. -¡Joder soldado la he dicho que alto el fuego!
-Lo siento mi comandante. no sabía exactamente donde estaba ese cabrón y quería cerciorarme de que no volvía a asomar de un modo u otro. Solo intuí su posición por...
-Mierda ya, si escuchase la maldita radio sabría que ha abatido al tirador hace 3 minutos. Un observador lo ha visto caer de un árbol a 150 metros más adelante de su posición. Convertido en un queso mandaloriano fundido.
-Comandante.
-Jessica, la voy a proponer para un ascenso, y para un permiso.
-Pero mi comandante yo...
-Cállese soldado, sé que le gusta la acción, la trasladan a la que posiblemente sea su muerte. Solo quiero que disfrute, si es posible, de 3 días de "paz" antes de reincorporarse. Felicidades cabo primero Jessica.
* * * *
Corellia no estaba mal, sería un buen lugar si todo esto acaba alguna vez. Le gustaba su nuevo destino, abandonaba la infantería y entraba en la flota como infantería de asalto, a partir de ahora iba a hacer justo lo que más le gustaba, caer directamente en mitad del combate repartiendo dolor. Su madre sin duda se escandalizaría o moriría de un infarto, pero ojos que no ven... Solo sabía que era soldado, y no necesitaba saber más, ni ella quería.
Estaba un tanto aburrida, no sabía que hacer. Ensimismada como iba tropezó con el tipo más alto que había visto en mucho tiempo.
-Vaya perdón.
-Descansa soldado. No ha sido nada.
El hombre sonreía, eso la puso aún más nerviosa. ¿Cómo sabía que era soldado?, no iba de uniforme
-Percibo inquietud en ti, tranquila, no soy ningún carterista, puedes comprobar tus bolsillos si quieres.
-Un jedi, ¿eh? Nunca había visto uno antes, había oído que podéis presentir cosas. Vale me fío de ti.
-¿Pero?
-¿Pero?
-Tienes razón, podemos percibir cosas, y percibo que tienes dudas.
-¿Cómo sabes que soy un soldado?
-Bueno, es sencillo, tu forma de andar, la tensión de tus miembros alerta después de chocar conmigo. Casi parecéis androides jaja. Es como si llevaseis un cartel luminoso que dijese "soldado aquí". Oh vamos, no frunzas el ceño, no le queda bien a una chica tan guapa.
-Señor, ¿estáis ligando conmigo? No me atraes y tengo entendido que las relaciones os están prohibidas.
-Ni tú a mi, pero que no pueda tener relaciones no significa que no reconozca a una chica bonita. Vamos solo era un cumplido inocente. Te invito a comer, mi nombre es Kurono.
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Última edición por hyuuga_shi el Dom 22 Ene 2012, 13:50, editado 5 veces
hyuuga_shi- Tio cansino
- Clan : Recios
PJ principal : Silfid
Antigüedad : 09/06/2009
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Edad : 44
Re: Trincheras
* * * *
"Aquello era una mierda. Era la mierda más grande que había visto en su vida. ¿Quién fue la brillante mente táctica que ideó aquel estúpido asalto?"
-Esta posición es inasaltable, ¡vamos a morir todos!
-Por el amor de Dios, pichón, ¡cállate! Vamos nenas, replegaros en formación, tenemos que cubrir la infantería para que podamos salir todos de aquí con el culo por delante y no con los pies.
-Cabo, ¡¿quién la ha puesto al mado?! Tenemos órdenes, todos, continúen avanzando, mantengan la presión. Vamos a tomar ese puesto imperial.
-Es cabo primero, mi teniente, le agradecería que no me degrade sin un consejo de guerra. Ah, y váyase a tomar por el culo, esto es una locura y lo sabe, puede morir aquí si es que tan enamorado está de esos culos imperiales que no quiere dejarlos solos. Soy la segunda al mando y si ud no tiene cabeza mi teniente para ver que vamos a morir todos yo sí, queda relevado del mano. Chicos, nos movemos.
-Oh yeah. Amén a eso Jess. Chicos, ya habéis oído a nuestro cabo, marcha atrás, no nos hemos puesto el condón y hemos metido la polla en un chochito imperial lleno de ladillas de wookie. Ya nos han mordido y solo falta que nos peguen otra cosa.
-¡Willy avance! ¡Ella no está al mando! ¡Esto es insubordinación!
-Teniente, que le follen, yo estoy con Jess.
-¡Vamos chicos! Pichón fuego de cobertura a tu izquierda, atrás atrás. Willy granadas a las 12 y a la 1. Seguir disparando, ráfagas cortas, nos alternamos para mantener fuego constante, no quiero que asomen la cabeza, bastante tenemos con esos cañones. ¿De quién fue la puta idea de asaltar una posición fortificada sin apoyo de artillería ni de vehículos pesados?
-Jess, cariño, ni con un AT hubiésemos podido entrar ahí.
-Willy, capullo, soy cabo primero no cariño, y te garantizo que con un stalker y un par de morteros me meriendo esta posición. Si me das un AT me paseo.
-Seguro mi cabo.
La misión parecía sencilla, tomar un puesto imperial poco defendido y sin refuerzos. Claro que a inteligencia se le había olvidado mencionar que las pocas defensas son 2 cañones antitanque 2 antiaéreos y 4 anti-infantería y la dotación necesaria para todos ellos. Para colmo intendencia había decidido que una escuadra de asalto al frente de un pequeño pelotón de infantería tomase el puesto al asalto. Sin apoyo pesado y contra artillería eran como patos de feria en un campo de prácticas imperiales. Con suerte el fuego continuado mantendría a los osados imperiales, quienes al amparo de sus cañones habían salido a campo abierto a cazar republicanos, escondidos y con la cabeza gacha. Solo quedaba confiar en que esos cañones demostrasen tan mala puntería como hasta ahora.
-¡Atentos chicos! Cuando lleguemos a esos árboles maricón el último. Pichón ¿cuánto falta para salir del alcance efectivo de esos malditos cañones?
-Demasiado mi cabo, pero solo estamos a 45 metros de los árboles, ahí dispararán a ciegas.
-Pues ve cantando.
-40 metros... ...35 metros... ...30 metros... ...25 metros...
El calor dentro del casco era insoportable, el sudor goteaba por todos lados y mezclado con el polvo y la temperatura producía un picor horrible.
-...20 metros...
No iba a quitarse el casco, no hasta que cesará el fuego de esos cañones. Seguramente el casco no detendría un disparo de esa magnitud pero en la batalla todo elemento es hostil y toda protección poca.
-...15 metros...
Iba a repartir sopapos a sus superiores aunque pasase en el calabozo 3 años. "Panda de capullos".
-...10 metros...
-Tranquilos chicos, aún no, a mi señal...
-¡¿Jess?! ¡Maldita sea Jess! ¡Doc! ¡Joder doc ven aquí, ayúdame! Vamos, corred todos, ¡¡¡CORRED!!!
* * * *
La luz era un poco molesta pero estaba viva, seguro. Le dolía.
-Ey Jess. Has despertado.
-¿Martínez? Joder, ¿qué ha pasado?
-Estábamos a 8 metros de los árboles cuando un disparo que atravesaría un blindado con escudos y todo cayó a tus pies. Volaste por aires como media docena de metros para arriba y otra media para atrás antes de volver al suelo. Solo sufriste contusiones y pérdida de conocimiento, llevas un día inconsciente, de no haber llevado casco a lo mejor tus sesos estarían esparcidos por el suelo. Recordándolo ahora hasta hace gracia, diste más vueltas que un holodisco en un reproductor. Qué lástima no haberlo grabado para enviarlo a holovídeos de primera.
-Vete a la mierda.
-No, ahí vas a ir tú. El teniente tuvo prisa por redactar su informe y te acusa de insubordinación, y sedición.
-¡¿Qué?!
-Todos nosotros presentamos un informe afirmando que el teniente perdió el juicio, y que tu actuación salvó nuestra escuadra y medio pelotón de infantería. Se ha abierto una vista para formar consejo de guerra. Me temo que serás la cabeza que ruede para tapar la cagada de está operación.
Jessica estaba alucinando. No podía creer su jodida mala suerte. Era irónico salir de un sueño para despertar en una pesadilla, una de la que no podía salir a cañonazo limpio.
* * * *
-Póngase en pie la acusada.
Jessica se incorporó, tenía los dientes tan apretados que le dolía la mandíbula.
-Este tribunal militar encuentra que de la acusación y los cargos de insubordinación es usted culpable. Queda probado que incumplió las órdenes de su superior, que a su vez fueron dadas por la comandancia tras el análisis de intendencia...
-¡Me cago en la puta intendencia! Esas órdenes nos enviaban a una muerte segura, ¿Es que no ha visto los jodidos informes?
La comisura de los ojos de Jessica empezaba a lagrimar, estaba furiosa, ya le daba igual que la encerraran o que la licenciasen con deshonor. Iban a morir ahí y para nada, ni aun sacrificando todo un batallón habrían tomado aquel maldito puesto a base de infantería.
-¡Este tribunal no juzga la actuación de intendencia sino la suya! ¡Sargento controle a su cliente o añadiremos el desacato a su expediente!
Los labios de Jessica eran una línea blanca y temblorosa. Las lágrimas ya eran un torrente.
-Este tribunal por tanto la degrada, con efecto inmediato, a partir de ahora será soldado de primera. No obstante, de la acusación del cargo de sedición; tras las declaraciones de los supervivientes de la operación y los informes posteriores, este tribunal entiende que no solo no abandonó su puesto sino que se mantuvo firme y salvó la vida de muchos hombres. Recomendamos por tanto que no sea licenciada con deshonor ni detenida. En su lugar recomendamos su inmediata incorporación a un batallón donde se reformará y reeducará su instrucción militar en la obediencia y la disciplina. Que no conste en acta; este batallón no es muy, digamos, oficial por lo que no se le informará ni de su nombre ni de su puesto hasta que llegue a su destino. Fin de la vista.
Una pequeña esperanza comenzó a brillar dentro de Jessica, un nuevo comienzo. Aunque solo esperaba que no tuviese al mando a ningún oficial igual de idiota que el teniente Jenkins.
-Lo siento Jessica.
-No pasa nada Willy, podría ser peor, lo único que me jode es que ese capullo se vaya de rositas.
-No estés tan segura. Toda la escuadra ha solicitado el cambio de mando o de destino. Puede que nos formen otro consejo a nosotros por insubordinación pero no vamos a aceptar más órdenes de ese capullo. Y te prometo que le vamos a hacer la vida imposible mientras siga aquí. Tenemos el apoyo de la segunda división de infantería.
Nuevas lágrimas asomaron en los ojos de Jessica, era la segunda vez que lloraba, la tercera en toda su vida. Pero no le importaba, esta vez no era rabia o impotencia, era de esperanza y alivio.
-Oh vamos jess, las lágrimas no te sientan bien, eres más dura que cualquiera de nosotros. Demuéstrales lo que vales allá donde vayas. Mi cabo.
Willy se cuadró para saludar.
-Ya no soy cabo, soy soldado de primera.
-Y mis cojones 33, para esta escuadra usted es su cabo primero y la mejor artillera de la república.
-Soldado.
Jessica devolvió el saludo, aún con lágrimas en los ojos.
* * * *
Urt miraba el informé con desgana, estaba un poco aburrido de tanto informe, y para colmo este adjuntaba una transcripción del acta del juicio. Frunció el ceño mientras miraba con su único ojo a la joven de 22 años que tenía delante de él. Sus ojos, grises con una leve tonalidad azul, le recordaban al hielo, y su mirada era fría desde luego. Fría y desafiante.
-No me mire así soldado, me molesta, y las únicas que se atreven a molestarme son las moscas y lo hacen porque seguramente fallaría si intento acertarlas con mi pistola. Veo que es una insubordinada de cuidado pero conmigo va a aprender a obedecer.
-Sí mi sargento. ¿Cómo he de mirar al sargento? ¿De reojo?
-No me toque los cojones soldado, un día de arresto, y cuando salga limpie las letrinas, el droide de mantenimiento se ha estropeado.
El droide de mantenimiento pasó al lado de ambos mientras limpiaba la oficina del sargento, su funcionamiento era excelente. Jessica desvió la mirada al droide y a continuación nuevamente al sargento. Este desenfundó su pistola y le propinó un disparo al inocente droide, quien, con un ruido de pena y desconexión acompañado de un par de chispazos dejó de funcionar.
La mirada del sargento no dejaba lugar a dudas, aquí no se cuestionaban sus órdenes. Podía ser un sargento pero tenía el mando operativo y estaba acostumbrado a que le respetasen. Sargento Urt uno, Jessica cero. Jessica se cuadró para saludar, -mi sargento-, y dió media vuelta para dirigirse al calabozo. Definitivamente no iba a tolerar más tenientes Jenkins, y por el momento parece que allí no los había. Era un poco extraño estar con jedis y militares en la misma unidad de forma continua, pero qué demonios.
"Aquello era una mierda. Era la mierda más grande que había visto en su vida. ¿Quién fue la brillante mente táctica que ideó aquel estúpido asalto?"
-Esta posición es inasaltable, ¡vamos a morir todos!
-Por el amor de Dios, pichón, ¡cállate! Vamos nenas, replegaros en formación, tenemos que cubrir la infantería para que podamos salir todos de aquí con el culo por delante y no con los pies.
-Cabo, ¡¿quién la ha puesto al mado?! Tenemos órdenes, todos, continúen avanzando, mantengan la presión. Vamos a tomar ese puesto imperial.
-Es cabo primero, mi teniente, le agradecería que no me degrade sin un consejo de guerra. Ah, y váyase a tomar por el culo, esto es una locura y lo sabe, puede morir aquí si es que tan enamorado está de esos culos imperiales que no quiere dejarlos solos. Soy la segunda al mando y si ud no tiene cabeza mi teniente para ver que vamos a morir todos yo sí, queda relevado del mano. Chicos, nos movemos.
-Oh yeah. Amén a eso Jess. Chicos, ya habéis oído a nuestro cabo, marcha atrás, no nos hemos puesto el condón y hemos metido la polla en un chochito imperial lleno de ladillas de wookie. Ya nos han mordido y solo falta que nos peguen otra cosa.
-¡Willy avance! ¡Ella no está al mando! ¡Esto es insubordinación!
-Teniente, que le follen, yo estoy con Jess.
-¡Vamos chicos! Pichón fuego de cobertura a tu izquierda, atrás atrás. Willy granadas a las 12 y a la 1. Seguir disparando, ráfagas cortas, nos alternamos para mantener fuego constante, no quiero que asomen la cabeza, bastante tenemos con esos cañones. ¿De quién fue la puta idea de asaltar una posición fortificada sin apoyo de artillería ni de vehículos pesados?
-Jess, cariño, ni con un AT hubiésemos podido entrar ahí.
-Willy, capullo, soy cabo primero no cariño, y te garantizo que con un stalker y un par de morteros me meriendo esta posición. Si me das un AT me paseo.
-Seguro mi cabo.
La misión parecía sencilla, tomar un puesto imperial poco defendido y sin refuerzos. Claro que a inteligencia se le había olvidado mencionar que las pocas defensas son 2 cañones antitanque 2 antiaéreos y 4 anti-infantería y la dotación necesaria para todos ellos. Para colmo intendencia había decidido que una escuadra de asalto al frente de un pequeño pelotón de infantería tomase el puesto al asalto. Sin apoyo pesado y contra artillería eran como patos de feria en un campo de prácticas imperiales. Con suerte el fuego continuado mantendría a los osados imperiales, quienes al amparo de sus cañones habían salido a campo abierto a cazar republicanos, escondidos y con la cabeza gacha. Solo quedaba confiar en que esos cañones demostrasen tan mala puntería como hasta ahora.
-¡Atentos chicos! Cuando lleguemos a esos árboles maricón el último. Pichón ¿cuánto falta para salir del alcance efectivo de esos malditos cañones?
-Demasiado mi cabo, pero solo estamos a 45 metros de los árboles, ahí dispararán a ciegas.
-Pues ve cantando.
-40 metros... ...35 metros... ...30 metros... ...25 metros...
El calor dentro del casco era insoportable, el sudor goteaba por todos lados y mezclado con el polvo y la temperatura producía un picor horrible.
-...20 metros...
No iba a quitarse el casco, no hasta que cesará el fuego de esos cañones. Seguramente el casco no detendría un disparo de esa magnitud pero en la batalla todo elemento es hostil y toda protección poca.
-...15 metros...
Iba a repartir sopapos a sus superiores aunque pasase en el calabozo 3 años. "Panda de capullos".
-...10 metros...
-Tranquilos chicos, aún no, a mi señal...
-¡¿Jess?! ¡Maldita sea Jess! ¡Doc! ¡Joder doc ven aquí, ayúdame! Vamos, corred todos, ¡¡¡CORRED!!!
* * * *
La luz era un poco molesta pero estaba viva, seguro. Le dolía.
-Ey Jess. Has despertado.
-¿Martínez? Joder, ¿qué ha pasado?
-Estábamos a 8 metros de los árboles cuando un disparo que atravesaría un blindado con escudos y todo cayó a tus pies. Volaste por aires como media docena de metros para arriba y otra media para atrás antes de volver al suelo. Solo sufriste contusiones y pérdida de conocimiento, llevas un día inconsciente, de no haber llevado casco a lo mejor tus sesos estarían esparcidos por el suelo. Recordándolo ahora hasta hace gracia, diste más vueltas que un holodisco en un reproductor. Qué lástima no haberlo grabado para enviarlo a holovídeos de primera.
-Vete a la mierda.
-No, ahí vas a ir tú. El teniente tuvo prisa por redactar su informe y te acusa de insubordinación, y sedición.
-¡¿Qué?!
-Todos nosotros presentamos un informe afirmando que el teniente perdió el juicio, y que tu actuación salvó nuestra escuadra y medio pelotón de infantería. Se ha abierto una vista para formar consejo de guerra. Me temo que serás la cabeza que ruede para tapar la cagada de está operación.
Jessica estaba alucinando. No podía creer su jodida mala suerte. Era irónico salir de un sueño para despertar en una pesadilla, una de la que no podía salir a cañonazo limpio.
* * * *
-Póngase en pie la acusada.
Jessica se incorporó, tenía los dientes tan apretados que le dolía la mandíbula.
-Este tribunal militar encuentra que de la acusación y los cargos de insubordinación es usted culpable. Queda probado que incumplió las órdenes de su superior, que a su vez fueron dadas por la comandancia tras el análisis de intendencia...
-¡Me cago en la puta intendencia! Esas órdenes nos enviaban a una muerte segura, ¿Es que no ha visto los jodidos informes?
La comisura de los ojos de Jessica empezaba a lagrimar, estaba furiosa, ya le daba igual que la encerraran o que la licenciasen con deshonor. Iban a morir ahí y para nada, ni aun sacrificando todo un batallón habrían tomado aquel maldito puesto a base de infantería.
-¡Este tribunal no juzga la actuación de intendencia sino la suya! ¡Sargento controle a su cliente o añadiremos el desacato a su expediente!
Los labios de Jessica eran una línea blanca y temblorosa. Las lágrimas ya eran un torrente.
-Este tribunal por tanto la degrada, con efecto inmediato, a partir de ahora será soldado de primera. No obstante, de la acusación del cargo de sedición; tras las declaraciones de los supervivientes de la operación y los informes posteriores, este tribunal entiende que no solo no abandonó su puesto sino que se mantuvo firme y salvó la vida de muchos hombres. Recomendamos por tanto que no sea licenciada con deshonor ni detenida. En su lugar recomendamos su inmediata incorporación a un batallón donde se reformará y reeducará su instrucción militar en la obediencia y la disciplina. Que no conste en acta; este batallón no es muy, digamos, oficial por lo que no se le informará ni de su nombre ni de su puesto hasta que llegue a su destino. Fin de la vista.
Una pequeña esperanza comenzó a brillar dentro de Jessica, un nuevo comienzo. Aunque solo esperaba que no tuviese al mando a ningún oficial igual de idiota que el teniente Jenkins.
-Lo siento Jessica.
-No pasa nada Willy, podría ser peor, lo único que me jode es que ese capullo se vaya de rositas.
-No estés tan segura. Toda la escuadra ha solicitado el cambio de mando o de destino. Puede que nos formen otro consejo a nosotros por insubordinación pero no vamos a aceptar más órdenes de ese capullo. Y te prometo que le vamos a hacer la vida imposible mientras siga aquí. Tenemos el apoyo de la segunda división de infantería.
Nuevas lágrimas asomaron en los ojos de Jessica, era la segunda vez que lloraba, la tercera en toda su vida. Pero no le importaba, esta vez no era rabia o impotencia, era de esperanza y alivio.
-Oh vamos jess, las lágrimas no te sientan bien, eres más dura que cualquiera de nosotros. Demuéstrales lo que vales allá donde vayas. Mi cabo.
Willy se cuadró para saludar.
-Ya no soy cabo, soy soldado de primera.
-Y mis cojones 33, para esta escuadra usted es su cabo primero y la mejor artillera de la república.
-Soldado.
Jessica devolvió el saludo, aún con lágrimas en los ojos.
* * * *
Urt miraba el informé con desgana, estaba un poco aburrido de tanto informe, y para colmo este adjuntaba una transcripción del acta del juicio. Frunció el ceño mientras miraba con su único ojo a la joven de 22 años que tenía delante de él. Sus ojos, grises con una leve tonalidad azul, le recordaban al hielo, y su mirada era fría desde luego. Fría y desafiante.
-No me mire así soldado, me molesta, y las únicas que se atreven a molestarme son las moscas y lo hacen porque seguramente fallaría si intento acertarlas con mi pistola. Veo que es una insubordinada de cuidado pero conmigo va a aprender a obedecer.
-Sí mi sargento. ¿Cómo he de mirar al sargento? ¿De reojo?
-No me toque los cojones soldado, un día de arresto, y cuando salga limpie las letrinas, el droide de mantenimiento se ha estropeado.
El droide de mantenimiento pasó al lado de ambos mientras limpiaba la oficina del sargento, su funcionamiento era excelente. Jessica desvió la mirada al droide y a continuación nuevamente al sargento. Este desenfundó su pistola y le propinó un disparo al inocente droide, quien, con un ruido de pena y desconexión acompañado de un par de chispazos dejó de funcionar.
La mirada del sargento no dejaba lugar a dudas, aquí no se cuestionaban sus órdenes. Podía ser un sargento pero tenía el mando operativo y estaba acostumbrado a que le respetasen. Sargento Urt uno, Jessica cero. Jessica se cuadró para saludar, -mi sargento-, y dió media vuelta para dirigirse al calabozo. Definitivamente no iba a tolerar más tenientes Jenkins, y por el momento parece que allí no los había. Era un poco extraño estar con jedis y militares en la misma unidad de forma continua, pero qué demonios.
Última edición por hyuuga_shi el Dom 22 Ene 2012, 14:05, editado 6 veces
hyuuga_shi- Tio cansino
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Re: Trincheras
Presentación de Jessica acabada. Y sí, el nombre ese no es casual, es un cameo
hyuuga_shi- Tio cansino
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