El ultimo que cierre la puerta

-Hola?- dijo el joven troll -hay alguien ahi?-
-Lárgate- dijo una voz desde las sombras.
-Pero...mepidieron que os buscara...-
-No me llames de usted, por favor, me sale una cana cada vez qu alguien lo hace. Solo soy un joven pícaro como tu, aunque haya pasado por mas mierda.-
-yo...me han informado de una nueva partida de la que debía informaro...informarte.- Dijo el apocado troll con una carta en las manos.
-NO HAY PARTIDAS!- El joven se asustó tanto que intentó huir de la oscura cabaña -NO HAY DESERCIONES!- una jarra de barro explotó contra la pared al lado de la cabeza del mensajero -NADIE SE HA IDO!-el joven consiguió ponerse a cubierto tras la puerta de la choza UN REIO NO HUYE! UN RECIO NO SE ESCAPA! UN RECIO NO DESERTA!
Un troll, cubierto de cuero, prematuramente maduro, avejentado por las preocupaciones, salió de las sombras, y se acuclillo para mirar a los ojos al joven.
-Un recio no abandona a los suyos- susurró mirándol oa los ojos a un palmo de distancia. -lárgate. No me has encontrado. No sabes nada de mi. Ya volveré cuando tenga un sitio al que volver. -Y desapareció entre las sombras de la habitación.