Fanfic - R.E.C.I.O.S.

La oscuridad era total en la noche canadiense y el silencio era únicamente roto por el batir de alas de las aves nocturnas...o las rápidas pisadas de algún pequeño depredador.

Un búho ululó antes de lanzarse a por un pequeño roedor que había salido, demasiado confiado, de su madriguera...pero el ave tuvo que modificar su trayectoria en el último momento, pues de entre las sombras apareció la silueta de un humvee que se movía con relativa lentitud.
Presa y depredador huyeron ante la repentina aparición y el vehículo continuó su camino; dejando atrás únicamente las marcas de sus ruedas y un imperceptible olor a ozono.

Modificado por los chicos de La Academia como forma de practicar sus habilidades, el vehículo conservaba todos los aspectos positivos de su versión básica, con los añadidos de un motor silencioso y dispositivos de rastreo y conducción altamente avanzados.

El parabrisas tintado desprendía un leve fulgor al llevar activada la visión de bajo nivel de radiación; pero a cambio permitía a su conductor atravesar el bosque con las luces apagadas. El sigilo y la oscuridad eran más una obligación que una necesidad...o así al menos lo había ordenado El Viejo.

"Sólo hasta que el infierno se desate" había pensado HK tras aceptar el encargo.

Había que ser rápidos, precisos y efectivos... y aunque Los Recios podían ser las tres cosas, en esta ocasión la pérdida de vidas humanas iba a ser imposible de evitar; y eso les ponía a ellos entre la espada y la pared.
-Pero son más los que se salvarán.- había dicho El Viejo.

A HK se la traía al fresco.

Por descontado, tampoco se había contado con ninguno de los alumnos de La Academia; o al menos no más alla de encargarles a algunos de ellos las modificaciones en el vehículo.
Ni se garantizaba la supervivencia, ni se podían permitir el vigilar a terceras personas. Por tanto,
solamente ellos dos iban en el todoterreno.

Gaunt, un ex-marine de la guerra del Vietnam; experto en el combate que aún se conservaba jóven para los estándares humanos y HK, un ser que podía encajar tranquilamente en otro estándar; el de "cyborg asesino" y que daba sentido a la frase aquélla de que el fin justifica los medios.

Ninguno de los dos habló mucho durante el viaje y en su mayoría fueron comentarios y anécdotas de actuaciones pasadas... o algún recuerdo esporádico de otras incursiones que reflejaban cierto parecido a esta.
Finalmente, el todoterreno se detuvo antes de llegar a un barranco de cuyo fondo ascendía una tibia luz blanquecina.

Tras recoger sus pertrechos, los dos integrantes de R.E.C.I.O.S. se asomaron con cuidado al borde del abismo para observar su objetivo. Alli estaba; a varias decenas de metros bajo su posición y apenas distinguibles: Varios domos semicirculares que se disponían en una estructura de base militar.
Tres pequeños rodeaban a uno más grande; todos ellos alumbrados con reflectores.

El escondrijo de la supuesta asociación defensora de la naturaleza resultaba ser una base militar restaurada.

-Defensas antiaéreas. Tres cañones FLAK. Algo pasados de moda... podrían incluso haberlos usado los vietcong. Además... ninguno apunta a la pared ahora mismo y han pasado por alto un punto ciego en su colocación.- sentenció Gaunt, seguro de si mismo.
De un vistazo, el droide también confirmó lo que el militar había dicho.
-Patéticos follaanimales con ínfulas. Tenemos entrada. Vamos.-

Un descenso rápido en rappel. Un par de tiros con silenciador a una desafortunada patrulla y ambos estaban en posición dentro del edificio principal.

Se separaron...cada uno en una dirección.

Las comunicaciones se limitaron a las justas y necesarias. Ambos llevaban localizadores. Ambos sabían dónde estaba el otro. Ambos confiaban en el trabajo del otro.

Las alarmas sonaron en la base demasiado tarde. Gaunt alternaba el sigilo aprendido en vietnam con la fuerza de las armas. HK únicamente dejaba muertos o agonizantes a su paso.

Las luces principales se apagaron y dieron paso a la tenue iluminación de emergencia mientras los sistemas de seguridad se desactivaban y al poco, las entradas y salidas se sellaron.
Terroristas paramilitares habían sido incapaces de impedir que HK y Gaunt se hicieran con el control de la base en menos de cinco minutos.

Convergiendo desde dos pasillos laterales, ambos compañeros se encontraron. Gaunt presentaba algunos rasguños y cortes y la armadura de HK estaba ennegrecida en algunos puntos; además, de algunas de sus conexiones saltaban chispas al hacer determinados movimientos.

Ambos dieron cada uno su parte.

-Ha sido un paseo. Cuatro pelagatos que ni siquiera merecían pertenecer a los vietcong. En la zona de control de seguridad no había rastro de nadie con algo parecido a un rango.-

-Por alli sólo escoria; con granadas de plasma, pero escoria y que ya forma parte de las paredes. Y llevo sin matar nada desde que desconecté la energía.-

Y ambos miraron a la vez a las pesadas puertas que debían dar acceso al núcleo del domo.

En el interior, varias decenas de terroristas se parapetaban tras improvisadas barricadas o estaban apostados sobre una pasarela elevada. Los monitores que no estaban apagados titilaban y la luz de emergencia proyectaba sombras sobre toda la sala.

El silencio era sepulcral... por los sistemas de comunicación habían estado llegando los sonidos del combate que se desarrollaba fuera; pero ya llevaban un rato sin oir nada.

De repente una potente explosión sacudió el suelo y arrancó de sus goznes las puertas de acceso, haciéndolas volar y llevándose por delante a tres de los terroristas.
Al momento, dos granadas cayeron a los pies de quienes defendían las barricadas y la explosión segó sus vidas y mandó a volar trozos de sus cuerpos.

El resto levantaron sus armas hacia la entrada totalmente oculta por la humareda...pero pocos llegaron a abrir fuego pues una lluvia de plomo y láser barrió la sala conforme Gaunt y HK entraban en ella entre el humo.

Ni siquiera se pudo llamar defensa y los terroristas de la sala estaban muertos o malheridos antes de que el polvo se asentase.

Gaunt recorrió la sala hasta los ordenadores y se puso a teclear en uno de ellos mientras el droide vigilaba.

-Estoy descargando los datos de sus próximos movimientos... y eliminando cualquier dato útil. Parece que hay bastante más de lo que pensábamos.-

-¿Información sobre objetivo?-

Gaunt simplemente señaló al suelo, en un lateral, a un panel de metal.

-Voy por él.-

HK arrancó el panel del suelo y lo lanzó a un lado, dejando al descubierto el hueco de lo que parecía un ascensor.

-¿Ascensor para apenas tres metros?- preguntó HK, incrédulo

-Esto debío ser en su día la cocina y el comedor de la base. Y eso el montacargas de la despensa.- respondió Gaunt mientras continuaba tecleando.

-Sacos de carne chapuceros. Recojo y nos largamos.-


Quince minutos más tarde, el Humvee volvía a arrancar y deshacía el camino, de vuelta a su lugar de origen. Al edificio de Recios Inc.

Treinta minutos más tarde de que se hubieran ido, la base explosionaba.

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EPILOGO.

Artemis yacía tumbado sobre una mesa de quirófano; rodeado de aparatos de diagnóstico. En una mesa cercana, una bizarra mezcla de instrumental quirúrgico y herramientas de taller.

El cuerpo robótico de HK destacaba entre los cirujanos y enfermeras que se afanaban en la operación. Una vez esta hubo terminado, el droide se dirigió hacia la sala donde de vez en cuando los miembros de todos los supergrupos se habían reunido.
Allí esperaban el Viejo y la Dama.

La mujer se levantó al entrar el droide y no esperó a que se detuviera antes de preguntarle por la misión y el estado del ex-arquero.

-Informe de situación: Artemis no estaba operativo.-

El droide se giró nuevamente, dispuesto a salir de la sala. Los ojos de la Dama se volvieron rápidamente a el Viejo, que simplemente alzó una mano en dirección a la mujer antes de dirigirse de nuevo al cyborg.

-Querrá volver; y necesitará...-

HK no se volvió; y simplemente repitió sus anteriores palabras con algo más de énfasis.

-Artemis no ESTABA operativo.-

Las puertas de cristal se cerraron tras él cuando abandonó la sala. Parecía que su cerebro robótico ya hubiera pensado en todo.