Vadelius : Introducción

**Latok** Miér 28 Dic 2011, 16:57

Esperanza, esta historia como muchas otras comienza con ella.

Hace 20 años un grupo de refugiados zabrak, gracias a los esfuerzos de la república, consiguió establecerse en una pequeña colonia en Vinet, un planeta del círculo exterior, un lugar antes casi desierto, que había sido repoblado por diversos asentamientos provenientes de distintos planetas ocupados por el Imperio, aquel lugar se había convertido en un amalgama de colonias distribuidas por razas o planetas de origen, un mosaico de ghettos de dispares colores y formas.

La esperanza de volver a estar con los suyos y no depender de otras razas soplo como viento fresco sobre los orgullosos zabrak, que aún maldecían el día que el Imperio les obligo a abandonar sus lugares de origen, un planeta diezmado y infértil a donde ya no podían regresar.

Pero aún con las heridas abiertas y el recuerdo de los que prefirieron morir en sus casas, a huir hacia un nuevo planeta, la determinación de estos zabrak era fundamental para su forma de ver su destino, volverían a reconstruir lo que habían perdido, les costara una o cien vidas.

Una fría noche los gritos de dolor rompieron el silencio, y el humo tapo los ojos de los que aún yacían es sus camas. La colonia estaba siendo atacada por delincuentes, posiblemente algún otro grupo de desafortunados, que como ellos intentaban encontrar su nuevo lugar en el nuevo mundo.

Muchos fueron los que salieron a combatirlos, nadie se llevaría sus cosas, su familia, sus vidas, pero lamentablemente la justicia no es una verdad irrefutable, sino algo mas bien ligado al destino, y el destino de esos hombres y mujeres se escribió con sangre en las calles de su primer y ultimo -nuevo hogar-.

Este ataque, como los muchos ocurridos en el planeta, debería haber acabado con algunos heridos y tan solo algunas bajas en alguno de los atacantes o atacados, pero no fue así en este caso, los zabrak lucharon hasta su ultimo aliento, combatieron metro a metro, en cada rincón de cada rudimentaria casa, mujeres y hombres por igual pusieron sus vidas por delante de cualquier arma que estuviera amenazándoles, su orgullo era lo único que les quedaba en propiedad.

Los delincuentes no supieron reaccionar al principio y perdieron mas hombres de los que esperaban en un primer momento, pero tras la impresión inicial llego su rabia, no estaban acostumbrados a ser los que gritaban de dolor o corrían, atacaron con despiadada fuerza y gracias sobre todo al estar mejor preparados, los bajos fondos siempre saben proporcionar lo que necesitan aquellos que están dispuesto a pagar cualquier precio, y poco a poco hicieron retroceder hacia el centro del asentamiento a los defensores y allí pusieron fin a sus vidas, con mas empeño del que nunca habían tenido.

Cuando llegaron los soldados republicanos, los restos de lo que quedaba del asentamiento eran poco más que escombros, y había poco o nada que salvar, sin embargo oyeron ruidos extraños provenientes de una de las casas más alejadas de la colonia.

Al entrar oyeron lamentos, distantes pero audibles y se percataron de que provenían desde el suelo, al remover unas matas encontraron una especie de apertura tapada por unos trozos irregulares de metal, tras retirarla, una docena de niños, salieron desde un improvisado sótano, la luz hicieron brillas sus lagrimas, tenían los ojos hinchados por llorar y las caras desencajadas del miedo y cansancio.

Tan solo había un lugar donde podrían ir, un solo sitio para acogerles, el orfanato Vadelius, en el centro de Jarset, la primera y única ciudad de Vinet.

El orfanato estaba regentado por Yeder el hut, altruista para unos, oportunista para otros, que hacia ver a la republica que no tenia problemas de poner todos sus recursos para amparar a los pobres necesitados de las calles del nuevo planeta.

Sobre el lugar origen de aquellos niños no se guardaban registros, sus familiares conocidos perecieron en el ataque, el día que ingresaron en el orfanato, como todos los que acababan en aquel lugar sin poder ser identificados, se les dio Nombre y Apellido nuevo, serían los nuevos Valdelius, el nombre apellido de los desamparados.

Solos en el nuevo mundo, en un lugar desconocido, siendo aliens a la vista de otros, pero aún así vivos y con un futuro por delante, incierto pero vivo, lo que allí les ocurrió y lo que supuso su nueva vida quizás ahora nos parecería insignificante, aunque la realidad es que no lo fue, esta es su historia, y este su legado.

Esta historia como muchas otras acaba con esperanza.